Somos más

Somos más, aunque a los separatistas no les guste reconocerlo, aunque nos increparan cuando les decíamos que su anterior mayoría parlamentaria no se correspondía con la mayoría social y la mayoría de los votos de los que queremos seguir siendo catalanes, españoles y europeos. La mayoría de los catalanes estamos por la unión con el resto de españoles y no porque nos dividan. Y no vamos a tolerar que nos rompan el corazón o nos hagan elegir entre la abuela Roser o la abuela Antonia, o que nuestros familiares de cualquier lugar de España tengan que sacarse el pasaporte para venir a vernos a Cataluña.

Se empeñan en decir «som el poble de catalunya», hablan del bien y del mal, de ‘catalanes buenos’ y no catalanes. Pero aunque no les guste, insisto: «El poble de catalunya som tots». El pueblo de Cataluña está compuesto por los más de 7,5 millones de ciudadanos libres que vivimos en Cataluña, más allá de donde hayamos venido nosotros o nuestros padres, o cual sea el origen de nuestros apellidos: «Tots som el poble de Catalunya».

Somos más y trabajaremos para recuperar el seny català y acabar con el despropósito y la vergüenza de quienes nos han traído la peor crisis institucional, económica y social de las últimas décadas. Somos más los que queremos recuperar la convivencia con nuestros familiares y amigos, y acabar con «el tema tabú» que genera enfrentamiento en las conversaciones de bar, en las reuniones con familiares o en el trabajo.

Somos más los que queremos una mejor educación, una mejor sanidad, una mejor asistencia a la dependencia o a la discapacidad, un mejor transporte público. Somos más los que exigimos que nuestros recursos económicos se destinen a solucionar los problemas reales de los ciudadanos y no a enfrentarnos o a crear las estructuras de «un país» ficticio.

Somos más los que queremos que se respeten los símbolos que nos representan a todos en Calafell que no los que quieren imponer esteladas. Somos más lo que queremos unos representantes dignos y limpios de corrupción que trabajen para todos desde la legalidad.

Como digo, somos más, y lo demostraremos como se demuestran las cosas en democracia: en unas urnas de verdad, con garantías y democráticas. «Ja ni ha prou!», la mayoría silenciosa no se va a quedar callada, hablará alto y claro el 21 de diciembre: Vo-ta-rem! Vo-ta-rem!