Tribuna
El gasto empresarial en I+D+i
Senior Manager en Innovation Performance en Ayming
El pasado año 2017 pasará a la historia de nuestro país como uno de los peores en lo que respecta al gasto en I+D+i. Los datos del último informe presentado por COTEC sobre el I+D+i en España en 2016, muestran que no sólo sigue sin agotarse el dinero disponible para ello, sino que el incremento global de la inversión en I+D se mantiene por sexto año consecutivo por debajo del crecimiento del PIB. La ejecución presupuestaria que mide el total del presupuesto gastado no llegó ni al 30%, cifra en la que no están incluidas las partidas correspondientes a la Agencia Estatal de Investigación, ni el Centro Superior de Investigaciones Científicas.
A pesar de todo, la inversión en I+D sí se está recuperando. Alrededor de 10.325 empresas, trescientas más que en 2015, realizaron proyectos de I+D. Se compensa así el repliegue de la inversión pública, pero seguimos estando aún lejos del aumento experimentado en los países de la UE, donde el gasto empresarial creció un 30 por ciento, un 14% por encima del PIB.
Sin poder poner ni una pega a la labor realizada por el CDTI como principal promotor en nuestro país de los beneficios que conlleva para las empresas acometer proyectos de I+D+i, lo cierto es que, como un alma en pena, seguimos en busca de la España innovadora. ¿Cuáles son en estos momentos las mejores opciones que las empresas podrían elegir para la financiación de sus proyectos de I+D+i? La Línea directa de innovación (LDI) y el denominado CDTI Innoglobal son las más idóneas.
La LDI ha beneficiado en los últimos dos meses a 37 proyectos con un presupuesto de 33,7 millones d’euros, siendo el presupuesto mínimo financiable de 175.000 euros. El préstamo concedido es de hasta un 75% del presupuesto, financiable a través de los fondos del CDTI, y podría alcanzar el 85% en el caso de que fuese cofinanciado con fondos FEDER. Como mejora encontramos un aumento en el tramo no reembolsable (TNR) o subvención del 2% en regiones sin disponibilidad de cofinanciación FEDER, y del 5% donde sí la haya. Aumenta además el porcentaje de anticipo disponible sin exigencia de garantías, del 25% al 35% o hasta 400.000 euros. La carencia es de un año desde la finalización del proyecto. Esta ayuda está sujeta a régimen de mínimos.
El CDTI Innoglobal se focaliza en la financiación mediante subvención a fondo perdido, de proyectos de I+D empresarial desarrollados por empresas españolas con certificación de los programas Eureka e Iberoeka, u otros programas bilaterales suscritos por España con otros países. Está prevista una segunda convocatoria en el último trimestre del año, que permitirá a los proyectos con certificación o informe de dimensión internacional (por ej. Eureka o Iberoeka), obtenido entre mayo y noviembre, optar a financiación en condiciones favorables.
Volviendo al terreno político, se espera del nuevo gobierno de España la recuperación de los niveles de dotación presupuestaria de la política de gasto 46 en los PGE, que han sido recortados desde el inicio de la crisis un 30%, y el rediseño estatutario de agencias como el CDTI, el CSIC y la Agencia Estatal de Investigación, para que mantengan su autonomía en lo que respecta a la financiación de proyectos de I+D+i liderados por empresas.
En el ámbito europeo, cuando quedan poco más de dos años para que finalice el programa Horizonte 2020, ya ha sido presentado Horizonte Europa, la propuesta para el próximo Programa Marco de Investigación e Innovación para el período 2021-2017. España ha alcanzado un retorno del 10% UE-28 en Horizonte 2020, posicionándose en el cuarto lugar del ranking de países por subvención captada. Cataluña es la Comunidad Autónoma que ha conseguido mayor volumen de fondos hasta el momento (29,5%), seguida de la Comunidad de Madrid (24,9%), el País Vasco (14,6%), la Comunidad Valenciana (8,4%) y Andalucía (6,5%).
Horizonte Europa contará con una dotación presupuestaria de 100.000 millones de euros y sus principales objetivos son estimular la capacidad de innovación, la competitividad y el empleo a corto plazo en Europa.
El deseo de todos es que la clara apuesta en Europa por el conocimiento como valor fundamental del crecimiento y el desarrollo, junto al plan trazado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad para impulsar la I+D+i, den más pronto que tarde sus frutos, transformando de una vez por todas la tendencia en el gasto empresarial en I+D+i. Que así sea.