No hemos cerrado los ojos

Escribía hace unos días el concejal Nadal sobre la gestión de los campos de fútbol municipales de Tarragona, criticando a este equipo de gobierno y olvidando, a mi entender qué decisiones políticas propiciaron el origen de la situación actual. No ha de mirar muy lejos el señor Nadal para encontrar a los responsables de dichas decisiones: el equipo de gobierno de Convergència i Unió, con el alcalde Nadal a la cabeza.

Durante años, demasiados para el gusto de muchos ciudadanos, estos equipamientos han funcionado a modo de agujero negro. Los clubes de fútbol de nuestra ciudad recibieron las llaves de los campos para gestionarlos sin pagar un solo euro y sin recibir ningún tipo de documento acreditativo que describiese y protegiese los derechos y deberes de los usuarios y del titular. Al entender que gestionaban unos bienes de titularidad municipal, gestionaron durante muchos años también la explotación comercial relacionada con dichos campos, sin ningún control o supervisión por parte del Ayuntamiento. Nos estamos refiriendo, sobre todo, al alquiler del campo para usos deportivos, así como la explotación de los bares y de la publicidad. Esta situación, a todas luces anómala, es la herencia que recibió el grupo municipal del Partido Popular, responsable de la concejalía de Deportes desde hace tres años.

El Ayuntamiento, por su parte, ha asumido siempre la responsabilidad del mantenimiento preventivo y correctivo, mantenimiento que no cubre, lógicamente, los desperfectos causados por actos de vandalismo o mal uso. Además, durante todos esos años y hasta el día de hoy, el Ayuntamiento ha venido abonando las facturas de suministros como agua, luz, gas y gasoil. Adicionalmente, el compromiso del Ayuntamiento ha conllevado el otorgamiento de subvenciones, sometidas a la disponibilidad presupuestaria existente.

Afirma el concejal Nadal que el equipo de gobierno actúa con cinismo al anunciar inversiones en nuestros campos de fútbol en este momento, después de años de absoluta inacción. Si tuviera un interés genuino por este asunto, y no un pasajero interés electoralista, podría haberse informado a través de su representante en Esports o a través de mí, y así conocer nuestro trabajo en los últimos tres años.

Desde la llegada del Partido Popular a la concejalía de Deportes, hemos invertido 90.000 euros en mejoras en los campos de fútbol y estamos ya tramitando la inversión de 150.000 euros más durante el presente año. Con este dinero realizaremos actuaciones para acabar con el mal estado de los muros perimetrales de algunos campos, que adolecen de innegables deficiencias por la mala ejecución de la instalación del césped artificial hace más de una década, con el partido del señor Nadal a cargo de la concejalía de Deportes. Cerca de un cuarto de millón de euros en inversiones, a los que conviene sumar los 150.000 euros anuales en suministros que corren a cargo del Ayuntamiento y que a los clubes, y por extensión a los jugadores y jugadoras, no les supone ningún gasto adicional.

Así mismo, hemos dotado de seguridad jurídica la gestión que hacen de los mismos los clubes. Un nuevo modelo, fruto de la voluntad política de gestionar el patrimonio público con criterios de transparencia, de eficacia, de adecuación al ordenamiento legal; un nuevo modelo que es fruto, ante todo, de un respeto reverencial hacia dicho patrimonio, porque el dinero y el patrimonio público es de todos nosotros. Un trabajo del que han sido informados todos los grupos municipales de nuestro Salón de Plenos en varias reuniones en las que se levantaba acta para asegurar tanto la transparencia como el consenso alcanzado durante el camino. Un camino largo en el que hemos ido siguiendo las orientaciones de nuestro plan director. En primer lugar, redactamos las bases para la cesión de licencia de uso a precario a los clubes, con una duración de un año y prorrogable a otro año.

Paralelamente, encargamos un estudio técnico que informara de la situación de los equipamientos. Este estudio nos ha presentado las actuaciones necesarias para mejorar cada campo de fútbol, con el grado de urgencia detectado, para de este modo decidir a qué mejoras destinaremos los 150.000 euros previstos para tal efecto este año.

Los políticos hemos recibido el encargo de gobernar los asuntos que afectan a nuestra sociedad y a nuestro país, a mejorar las condiciones de vida de cada ciudadano y a favorecer su desarrollo armónico personal. Hemos sido elegidos para plantear retos y proponer medidas que enriquezcan a cada persona, a cada familia, a cada comunidad. El alarmismo no suele ser el mejor criterio de actuación en la vida, y tampoco en la política. El concejal Nadal hace referencia a la peligrosidad y el abandonamiento de sacos de caucho en algunos campos. Estos sacos no están abandonados ni hay ningún estudio en firme que prohiba jugar en campos con caucho, como afirma un informe de l’Agència de Salut Pública de Catalunya.

Durante tres años hemos puesto los cimientos para que en el próximo mandato Tarragona pueda disfrutar de los campos de fútbol municipales que merece, y que éstos se gestionen como el resto de instalaciones deportivas municipales, bajo el tutelaje y los cuidados del Patronat Municipal d’Esports. Hemos procurado trabajar con intensidad, con constancia y con rigor, con ciencia y con paciencia, porque estamos convencidos de que el auténtico servicio es con frecuencia incompatible con la pedantería que supone estar más pendiente de dar lecciones que de aprender.