La culpa no es del PSOE
La culpa de la situación política que lleva tiempo atravesando el país, sin un gobierno estable que gobierne, con una caída de empleo alarmante, con el mayor endeudamiento histórico que se conoce, cuyo hipocentro es el sunami catalán. La culpa estoy seguro no es del PSOE, ni tampoco de la mayoría de votantes del PSC, la culpa es el frenético y enfermizo afán de poder de Pedro Sánchez, que esta poniendo en un abismo difícilmente irrecuperable para el bienestar de todos, su único y exclusivo objetivo es la Moncloa, aunque para ello tenga que pactar con el comunismo más rancio del modelo Venezolano que representa Podemos, los exetarras que están en las filas de Bildu y solo le falta aceptar las condiciones de ERC, esta última pendiente de las presiones que Pedro Sánchez pueda ejercer con la Abogacía del Estado para poner en libertad a Oriol Junqueras.
Alguien se imagina semejante el potipoti que puede salir. Pedro Sánchez se quedará al margen de tener las riendas del gobierno, por ser prisionero de una política comunista que ha fracasado donde se ha instaurado, como puede ser el lamentable modelo venezolano; de los que un día fueron o estuvieron implicados con el terrorismo de ETA, que segaron vidas incluso del propio PSOE y PSC como Fernando Múgica o Ernest Lluch; de aquellos, me refiero a ERC, cuya única ambición unilateral es la independencia de Cataluña y no otra salida. A todo esta sinrazón, estoy seguro que para la mayoría de los socialistas no es su modelo político de gobernabilidad, para prueba las declaraciones de voces autorizadas del PSOE como Felipe González, Alfonso Guerra, Nicolás Redondo, Joaquín Leguina, etc., estos últimos no se esconden de proclamar la conveniencia de un acuerdo de Estado con el PP y Cs, sin la imperiosa necesidad de entrar en el Gobierno, suficiente para una estabilidad y robustecimiento político que tanto necesita el país y no un viaje que no llega a ninguna parte, mas bien a un descarrilamiento o choque de trenes, por no decir al viaje de Itaca del desaparecido en la política Artur Mas.
Mientras tanto los independentistas de ERC esperando se les conceda sus exigencias, como antes mencionaba el dictamen jurídico de la Abogacía del Estado, convencidos que Pedro Sánchez lo conseguirá y será el primer paso para seguir en su único objetivo que es la independencia de Cataluña, que tan gustosamente Pedro Sánchez les está facilitando, no le importan los medios, ni tampoco las formas, si al final es investido presidente del Gobierno de una parte de España. Ciudadanos, después de no conseguir ser el partido alternativa al gobierno, pasando por delante en las últimas elecciones electorales al PP, ahora exige un pacto con Pedro Sánchez e incluso su ego político le hace ser portavoz de un PP para conseguir esa amplia mayoría. Aunque una amplia representación del PP estaría dispuesta a ese acuerdo de Estado, Pablo Casado piensa que la mejor receta es que ese gobierno del potipoti se estrelle, para poder llegar en unas nuevas elecciones a la Moncloa, la pregunta que nos podemos hacer es, que si lo que piensa se hace realidad, en el transcurso del tiempo que transcurra, se podrá volver a reconstruir lo perdido o bien Vox se lo permitirá.