Diari Més

Tribuna

La transición no puede caer en el olvido

Exsenador y diputado del PPC

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En los tiempos políticos que estamos viviendo, los comportamientos políticos de estos se han olvidado o quizás están interesados en ignorar una parte importante de nuestra historia actual, que tanto han contribuido en recuperar nuestras libertades, consolidando una democracia, cuya garantía debería ser la propia Constitución Española.

En los tiempos mas recientes que hemos vivido, el resurgimiento del populismo político, que rompía la quizás monotonía de la alternancia política instaurada en nuestra sociedad, a través de las dos formaciones políticas que se repartían o alternaban en el poder, me refiero al PP y el PSOE, quizás ese populismo marco un alto en el camino para buscar unas nuevas formas de gobierno alejadas del bipartidismo de la derecha o de la izquierda. Pero ya hemos podido observar que ese populismo ha tocado a fondo, con la salvedad de la reciente extrema derecha de VOX que se esta retroalimentando con el Gobierno social-comunista de Pedro Sánchez.

El populismo de Unidas Podemos que fue fruto de las acampadas del 15-M en la Puerta de Sol, aquel movimiento que irrumpió en la política en contra de la casta de un sistema económico liberal o social liberal, que pretendía cambiar la sociedad, en una sociedad donde los más necesitados, los más pobres, lo más desfavorecidos, tuvieran un espacio de oportunidades para el progreso de su bienestar, el resultado ha sido otro, aquellos que tenían que dar ejemplo de esos principios de cambio, han sido lo primeros en caer en las placenteras mansiones, en tener asistentes para disfrute de sus lujos o bien que les abran las puertas de sus coches oficiales, eso si, sentándose en la parte posterior de los lujosos coches oficiales como marca el buen gusto del protocolo, cuando se les pregunta el porque, la contestación es que ellos también tienen derecho a la casta de los privilegios o lujos, aspiración que no tengo nada contra ello, pero en política se sebe poner aquel ejemplo de que: «La mujer del Cesar no debe ser honrada, sino también debe parecerlo», de lo contrario es lo que ha sucedido, que las palabras convencen pero solo los ejemplos arrastran, este y no otro ha sido la decadencia populista de Pablo Iglesias y compañía, que le ha hecho caer en los brazos de Pedro Sánchez, para no desaparecer del escenario político y continuar disfrutando de los privilegios de la casta de la nueva burguesía, la verdad es que no les ha ido tan mal su entrega a los caprichos de Pedro Sánchez. Al otro lado tenemos la formación política de Ciudadanos, que nació con la voluntad polivalente de poder estar en unos momentos con los socialdemócratas y otras con los liberales, al final han acabado con un batacazo político que ha hecho que su líder se refugie en un bufete de abogados, que no ha dudado en presentar como de si una gran formación política se tratase, cosa poco improbable en el caso de Pablo Iglesias, bueno, siempre le quedaría el refugio del gobierno bolivariano de Maduro, que es muy generoso en los estudios de implantar sistemas comunistas y mucho más si estos se inician en Europa. Sin olvidar, que Inés Arrimadas fue incapaz de proponerse Presidenta de la Generalitat de Catalunya, cuando le avalaba el resultado de unas elecciones autonómicas y de hacer una oposición de alternativa al gobierno independentista de Cataluña, opto por lo más fácil y se refugio en el Congreso de los Diputados, es decir en la capital y corte de Madrid.

Iniciamos una nueva etapa, la etapa que el gobierno social-comunista de Pedro Sánchez ha empezado de la mano de su compañero Pablo Iglesias. Donde se han olvidado o quizás con intencionalidad del gran esfuerzo que hicieron muchos lideres políticos de diferentes opciones políticas, en hacer una transición política de la dictadura a la democracia, de recuperar las libertades, de avanzar en el progreso económico y social. Hoy esta nueva generación de hacer política se basa en el olvido de tan destacable etapa de concordia, donde incluso, en aquellos tiempos Fraga Iribarne (AP) presentaba a Santiago Carrillo (PCE) en el Club Siglo XXI. Etapa donde todos dejaron parte de sus convicciones para llegar a un acuerdo común recogido en la Constitución Española, donde se dejaron atrás odios y rencores del pasado, donde la prioridad era todos juntos avanzar hacia la libertad, la democracia y el progreso. Hoy se trata de olvidar esa etapa y dejarla al margen, para buscar como punto de referencia o querer justificar su negativa política, volviendo al despertar los fantasmas del pasado, donde muchos españoles y en espacial las nuevas generaciones lo observan desde la distancia o bien como una parte de la historia de España, una guerra civil donde no hubo ni vencedores, ni tampoco vencidos, porque todos perdieron y lo digo como hijo de un republicano y de una franquista, que aprendí que nunca más una guerra es una solución a un conflicto.

Pues ahí estamos instalados socialistas (PSOE) y comunistas (UP) en querer iniciar una revolución innecesaria que nada tiene que ver con un país que goza de libertades y de democracia, que no puede o debe olvidar una parte de reconciliación y concordia de una transición modélica, iniciando una revolución que no tiene más sentido que dar oxigeno al populismo de Vox, es una política de retroalimentación donde muchos queremos estar al margen, porque la realidades que necesita España son otras muy diferentes.

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