Tribuna
Las orejas de los recortes
Exsenador i diputat
Empiezan a verse las orejas no del lobo, que también, sino la de los recortes del gobierno social comunista de Pedro Sánchez, ante una situación económica insostenible. Las predicciones de instituciones como el Banco de España o bien el FMI, apuntan una pérdida de empleo de 1,5 millones en este año 2020, sin contar los 1,2 millones de autónomos que han solicitado prestación por cese de su actividad y los 4 millones de empleos incluidos en ERTE que algunos de ellos engrosaran las listas del paro. La OCDE señala que España está siendo uno de los grandes perdedores de la crisis del covid-19, estimando que el PIB español se ha hundido en un 23,3 % desde el inicio de la crisis, por encima del conjunto de la eurozona, donde la caída se ha situado en un 18,4 %, teniendo en cuenta que la deuda pública en España se sitúa en un 113,4 % este año. Todo ello sitúa a España en el peor escenario de los países de la zona euro o de la OCDE, sin contar las graves consecuencias que el nuevo rebrote puede ocasionar.
Toda esta alarmante situación hace que el gobierno de España deje de refugiarse en la CCAA, empezando a mover ficha si quiere beneficiarse de los acuerdos económicos europeos que, le valieron los aplausos de su corte de ministros, si no quiere la intervención de Bruselas o perder el montante económico que para España suponen los acuerdos.
Las orejas de los recortes las empieza enseñando el ministro del ramo, cuando tibiamente habla de un paquete de recortes, que no descartan reabrir el debate de la reforma pública de pensiones, dirigida en la congelación de las pensiones contributivas y el endurecer los requisitos para acceder a las mismas, las fuentes por las que justificaran estas medidas se basan que de continuar la tendencia de 9,7 millones de pensiones y 18,4 millones de cotizantes, es decir unos ingresos de 145.401 millones y unos gastos de 162.392 millones de euros, hablamos de un déficit de unos 17.000 millones de euros de pensiones en el 2019, la situación se agrava con una tasa de paro prevista del 19%, con todo el hundimiento económico en el que está sumergido el país. Otro de los sectores que podrían estar afectados para reducir el gasto público sería la nómina de los funcionarios, ya sea recortando o congelando sus salarios, para así poder reducir el gasto público. No se quedan atrás los recortes de los ERTE, descartando la prórroga de los mismos y reduciendo su salario en un 60% por falta de liquidez, sin descartar un recorte en el tiempo de las prestaciones por desempleo. Estas son las medidas que algunos ministros del gobierno, por cierto, socialistas que no comunistas de UP, han ido informando en boca pequeña en algunos medios. Claro está, este paquete de medidas es la salida de un plan de reformas estructurales a desarrollar en el período 2021-2023 que el presidente del gobierno social comunista Pedro Sánchez deberá presentar en Bruselas para percibir los 140.000 millones de euros que corresponden a España del Fondo de Reconstrucción postcovid-19 y no ser intervenidos.
Mientras tanto los ciudadanos continúan esperando, si se reducirá el número de ministros, de consejeros autonómicos, de cargos de confianza, de asesores. Si el Presidente del gobierno, presidentes autonómicos, ministros, consejeros de CCAA, diputados y senadores a Cortes Generales, diputados autonómicos o bien alcalde o concejales, se rebajan sus salarios. Sólo el gobierno de Pedro Sánchez suma 670 asesores, un 12% más que el anterior gobierno de Mariano Rajoy, cuyo coste es de 55 millones de euros al año o bien los más de 300 altos cargos y asesores de la Generalitat de Catalunya del president Torra que, cuestan más de 25 millones al año.
Italia este domingo llama a sus ciudadanos a votar para reducir en más de un tercio sus diputados y senadores. Me quedo con las palabras de aquel político que decía: «Las palabras convencen, pero los ejemplos arrastran» porque muchos ciudadanos están hasta el moño y nunca mejor dicho en la situación que nos encontramos.