Tribuna
¿Cataluña tiene un conflicto con España?
Exsenador i diputat
Se ha convertido en una cantarella que Cataluña tiene un conflicto con España, es tanta la insistencia que, al final, una gran mayoría de la sociedad puede llegar a creérselo, incluso sorprende que algunos partidos políticos constitucionalistas, con una amplia representación en las Cortes Generales de España, utilicen ese término de conflicto. El independentismo pretende apropiarse de la representación única de Cataluña, para poder hablar de conflicto con España, cuando la verdad no es así. Lo correcto sería decir que tan solo un 47% de la población catalana, tiene un conflicto con España, por ese anhelado independentismo, porque son muchos más los catalanes que no tienen ningún conflicto con España y, de tenerlo, sería con los propios paisanos independentistas, se sienten orgullosos de ser catalanes, pero también de ser españoles. El independentismo pretende conseguir que, pueda creerse que Cataluña tiene un conflicto con España, cuando no es cierto.
Ser catalán, siempre ha despertado fuera de Cataluña una admiración, mezclada con una envidia sana de un territorio emprendedor, trabajador, acogedor, amante de su cultura como señal de identidad, todo ello, envuelto en ese seny catalán que le caracteriza como propio, consiguiendo tan buenos resultados, colocando a Cataluña en los primeros lugares de las Comunidades Autónomas de España. Hace algún tiempo, desde el inicio del procés, toda esa admiración, el independentismo ha ido cambiándola y la percepción es otra, consiguiendo que el resto de Cataluña pueda pensar que todos los catalanes son iguales, esta situación crea a veces una injusticia de rechazo, incluso a los propios catalanes que, no siendo independentistas se les trata como tal, aquella admiración y envida sana, se convierte en ocasiones en un cierto desprecio a todo lo que es catalán. Todo ello ha ido cuajando en el sentido que Cataluña tiene un conflicto con España, así incluso lo manifiestan formaciones políticas como el PSOE, Podemos e incluso en Cs o el propio PP que a veces caen en ese mismo calificativo. El problema de conflicto mayoritario en Cataluña no es la independencia, sino el conflicto que tenemos entre nosotros mismos, para poder volver a colocar Cataluña a la cabeza de España, en lo económico y bienestar social, en ser capaces de conseguir aquella armonía de convivencia que tanto sirvió para el progreso de todos los catalanes, siendo modelo en España y no el enfrentamiento político actual, fruto del independentismo de la exclusión y el pensamiento único.
Hoy, lamentablemente, Cataluña se queda fuera del grupo de comunidades autónomas por debajo del 10% en cuanto a tasa de paro, concentrando Madrid el 35% de todos los puestos de trabajo creados en 2019, acentuándose estos en los años del proceso independentista, el mismo periodo en la perdida de la gran empresa ubicada en Cataluña, me refiero aquellas con más de 5.000 trabajadores, en el 2.008 Cataluña contaba con 18 empresas, por un total español de 112, una década después, es decir 2019, Cataluña pasa a 19, mientras el total de España es de 146, los números son muy tozudos y no dejan margen a especulaciones partidistas. Este es el verdadero conflicto, no el que pretenden disfrazar como monotema del independentismo en Cataluña. No podemos caer en la trampa independentista que Cataluña tiene un conflicto con España, porque no es verdad, lo único que ocasiona es un enfrentamiento entres los propios catalanes y con el resto de España, con el propósito de conseguir un trato de privilegio en las negociaciones hacia la independencia. Alguien se ha puesto a pensar que, en el hipotético y remoto caso de conseguir la independencia que sucedería, con todas aquellas personas que viviendo en Cataluña se sienten catalanes y españoles, una amiga me comentaba que sería el germen de un estado Palestino en Cataluña y la razón no le falta cuando lo dice.