Tribuna
La 'turismofobia' del señor Ricomà
Portaveu del grup municipal del PP a Tarragona
¿Para qué fue el Sr. Ricomà a FITUR?
Nos cuesta hallar una respuesta razonable a esta pregunta, dada la conocida alergia hacia todo lo que suena a «turismo», sello que identifica ya al gobierno de ERC en esta legislatura. ¿Cuál era el objetivo del alcalde al desplazarse a una de las ferias turísticas más importantes del mundo cuando una de sus primeras decisiones políticas en su primer año de gobierno fue ordenar que desapareciera el estand de Tarragona, abonando así la pérdida de capitalidad que sufre nuestra ciudad? Ni una sola campaña de promoción turística, ni este año ni el pasado. A las puertas de la temporada alta no se ha puesto en marcha ninguna acción para impulsar a Tarragona como destino turístico seguro y de calidad; tampoco un plan para impulsar la reactivación de un sector estratégicamente vital, del que dependen cientos de empleos de este y de otros sectores, como el hostelero y el comercial.
Tras reducir un 70 % el presupuesto del área de Turismo, el Patronato Municipal de Turismo, en la legislatura Ricomà, prácticamente lo único que hace es «pagar las nóminas de los trabajadores»: sin inversión, sin dirección, sin estrategia y con mensajes que ahuyentan cualquier tentativa de apostar por nuestra ciudad como destino turístico. ¿Recuerdan el «donde dije digo digo Diego» del Sr. Ricomà en relación con el proyectado uso hotelero en la Sabinosa, del que ya hemos tenido que olvidarnos?
Tras la dimisión el verano pasado en pleno mes de julio de la anterior concejal de turismo, y tras el cese del anterior gerente, dos años después, el Sr. Ricomà ha mostrado su incapacidad para sacar a concurso dicha plaza, necesaria en cualquier organismo de estas características e imprescindible en un contexto en el que el sector debe salir de una severa crisis.
Así las cosas, este será un verano en el que no habrá, de nuevo, nadie al frente de la dirección técnica del Patronato de Turismo; tampoco habrá dirección política (aunque, dada la turismofobia de la que hace gala el actual equipo de gobierno, tal vez es mejor que no la haya),y dejaremos pasar una temporada más, la segunda de dos más que quedan por venir, situación a la que no deberíamos resignarnos.
Por si fuera poco, desde el Grupo Municipal del PP, esta semana hemos tenido que denunciar que, por primera vez en más de una década, Tarragona no dispondrá de los datos de demanda turística, una información básica que tienen todos los patronatos de la Costa Dorada y que, en la actual coyuntura, resulta más necesaria que nunca. Perderemos en nuestra serie histórica el balance del año 2021 al menos (veremos qué sucederá en 2022) y, de este modo, la información del perfil, comportamiento, recomendación de la visita, y los datos de nuestros visitantes, entre otros muchos datos, herramienta imprescindible para la toma de decisiones y el diseño de estrategias de promoción en un momento tan delicado. Esperamos que antes de la finalización del mandato, aunque sea tarde, el gobierno Ricomà abandone su turismofobia, y permita que Tarragona se abra al exterior y brille como como la capital turística que está llamada a ser.