Tribuna
Todo por el poder
Exsenador i diputat
En algún artículo que he publicado, comentaba que Pedro Sánchez, siempre ha tenido en cuenta en todas sus actuaciones, que el partido independentista de ERC representa el 50% de estabilidad para su gobierno, por este motivo y en especial, por su afán desmesurado de permanecer en el cargo de presidente del gobierno de España, es capaz de cualquier cosa para mantenerse en el poder. Así pueden entenderse sus concesiones al independentismo catalán o vasco, este proceso se acentúa mucho más, cuando tiene que aprobar unos presupuestos que le garanticen agotar la legislatura, legislatura por cierto, que no tiene que olvidarse, le hace presidente del gobierno de España, mediante una moción de censura, justificada en la investigación del anterior presidente de gobierno, Mariano Rajoy, en un tema de corrupción, sin respetar la presunción de inocencia y que, al final, no ha sido condenado por la justicia. Para algunos actores de la política, no existen escrúpulos políticos, tampoco personales, su único y ambicioso propósito, llegar al poder.
Si no existen escrúpulos para llegar, mucho menos para mantenerse en el poder. En esos menesteres, Pedro Sánchez en un verdadero actor, sus interpretaciones las realiza sin ningún tipo de estupor, incluso creyéndose a veces los propios personajes, lo hace con sus colegas de equipo de gobierno, me refiero como es obvio a Podemos, como muestra, algunas joyas que en su momento pronunció y que hoy, algunos intencionadamente han olvidado, como cuando dijo en la televisión de la Sexta, que no dormiría con ministros de Podemos, algo de razón tenía en su afirmación, comparte lecho, aunque los sobresaltos que le ocasionan, le produce un insomnio que no le permite conciliar el sueño; acusó a Pablo Iglesias de controlar jueces, fiscalía, fuerzas de seguridad y el CNI, estas cuestiones se las traspaso a sus ministros de justicia o al célebre ministro de Interior, eso sí, siguiendo las voluntades del propio Pablo Iglesias; insistió en que no podía gobernar con Podemos porque no creía en la soberanía nacional y hoy Pedro Sánchez ha puesto en duda, por no decir en riesgo la unidad de España; también justificó que no podía llegar a un acuerdo con Podemos porque defendía que había presos políticos, hoy él mismo los ha indultado. Para conocer las intenciones de Pedro Sánchez, la tarea es más bien sencilla, hará por tener o retener el poder, todo lo contrario a sus promesas políticas. Sin entrar en temas como el desorbitado recibo de la luz, la gestión del covid-19, sus interrumpidas vacaciones ante un conflicto internacional en el que España forma parte, todo un ejemplo de lo que un gobernante no debe hacer, claro esta, para Sánchez lo importante es seguir sentado cómodamente en su sillón de mando y si es necesario, con confortable calzado de verano.
Si para llegar y mantenerse en el poder, ha llegado a hacer todo lo contrario a lo que critico a sus colegas de Podemos, con el independentismo no ha sido menos, en especial con Bildu y ERC. También sus promesas quedaron en el olvido o bien, en escenarios políticos diferentes a los diseñados. Cuando se refería al no acercamiento de presos de ETA, condenados por asesinatos y que nunca demostraron arrepentimiento, son los propios presos de ETA que ponen un notable alto a Pedro Sánchez, por su política penitenciaria de acercamiento o permitir manifestaciones contra la Guardia Civil en el País Vasco, en los dos casos, el artífice ha sido, su correligionario ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska, todo ello, para evitar incomodar a la formación política pro etarra de Bildu, no sea que les retire el apoyo a su gobierno social comunista.
El independentismo de Cataluña se merece en la política de Pedro Sánchez un escenario aparte, también lleno de promesas que según el momento y el lugar los escenarios y guiones son totalmente diferentes. Por no ir muy lejos, las últimas elecciones al Parlament de Catalunya del pasado 14 de febrero, parece que ya se ha olvidado, pero las ganó el PSC, bajo la dirección de Pedro Sánchez, guion de Iván Redondo y realización de Salvador Illa, elecciones ambientadas en un discurso y puesta en escena de contenido español, tenían muy claro que solo podían crecer a través de los votantes socialistas españolistas, aquellos que una vez desilusionados con un socialismo entregado a los independentistas, se fueron a Ciudadanos, de ahí sus intervenciones en castellano, la visibilidad de la bandera española en algunos de sus actos o bien el jurar y perjurar hasta la saciedad, no pactar con partidos independentistas. El resultado de las elecciones no les permitió gobernar, pero si una garantía de gobierno para ERC, por aquello que en el pasado se conoce como el tripartito, ante el independentismo desenfrenado de Junts per Catalunya. Al final la realidad es otra, los indultos a los políticos presos, la mesa de negociación de igual a igual, de tú a tú, con un desprecio a la Conferencia de Presidentes de Comunidades Autónomas y como premio a quien no asistió, el president Pere Aragonès, con el único fin de pactar un referéndum de independencia, para más tarde entrar en un proceso de reforma constitucional, donde el gobierno de Cataluña brinde la soberanía de sus competencias, un nuevo modelo de financiación y un recorte en las competencias de la monarquía y así, allanar el camino hacia la independencia. Pedro Sánchez no dudará en hacer todo lo que sea para mantenerse en el poder, aunque en un futuro pueda ser presidente de un gobierno de España donde no forme parte Cataluña.