Tribuna
Trabajadores mayores de 55 años
Exdiputat i senador
A principios de año escribí un artículo titulado Una generación perdida dirigido al desempleo juvenil, en el cual me refería que la crisis del 2008, conocida por la burbuja inmobiliaria, había afectado muy mucho a la franja de empleo juvenil, el segundo trimestre del 2008 el paro juvenil se situaba en el 23,6 %, la cifra más alta de los países de la UE, una de las generaciones más preparadas veía como se les frustraba el futuro. Cuando todavía no habían levantado cabeza, surge una nueva crisis, en este caso la motivada por el coronavirus, vuelve a cebarse en los más jóvenes, encabezando España el paro juvenil de la lista de los países más desarrollados, continúa siendo la más alta de Europa, los menores de 25 años parados en nuestro país representan un 43,9 %.
Existe otro colectivo que sufrió la crisis del 2008, también la reciente de la pandemia, son los mayores de 55 años, estos con la agravante de vivir una auténtica preocupación, al observar como se alargan los años en el desempleo, mientras tanto se les acerca la fecha de jubilación. Es cierto, no es el colectivo con mayor tasa de paro, pero sí con la más larga estancia en encontrar un puesto de trabajo. Según los datos del Servicio Estatal de Empleo (SEPE), en el año 2020, se registraba la cifra más alta de paro medio para este colectivo, concretamente 887.083 personas. También las estadísticas indican que, en cuanto más edad tienen las personas, mayor tiempo se tarda en encontrar trabajo, los datos del Instituto Nacional de Empleo (INE) así lo justifican, cuando indican que el sector de personas de más de 55 años, tardan de 2 o más años en ser contratados, objetivo que algunos tristemente no consiguen. Todo ello se produce, porque las crisis han cambiado los perfiles laborales, castigando a este colectivo, hoy en día es más rentable, contratar personas de menos edad y con más preparación profesional.
El colectivo de mayores de 55 años, viven una frustración de sus propias expectativas de vida, el observar como todo lo que tenían construido y las ilusiones de culminar en un futuro cercano desaparecen, como es esa merecida y digna jubilación. A medida que pasa el tiempo, en las largas listas del paro, van perdiendo poco a poco la esperanza de conseguir un puesto de trabajo, cayendo en la desesperación, no entendiendo su quehacer diario sin un entorno laboral, la sensación de que algo se ha detenido, sin poder continuar edificando y concluyendo sus proyectos personales, familiares y su aportación a la sociedad, el sentirse simplemente útiles. Lastimoso que después de dos crisis económicas, sus vidas laborales se vean inmersas en una mar de dudas, sin un horizonte claro y esperanzador.
Cuáles son las medidas que se les brinda a este colectivo, algunos piensan que con cursos de reciclaje es suficiente para acceder con éxito al mercado laboral, sin darse cuenta o sabiéndolo que, sin un acompañamiento adecuado y completo es difícil conseguir ocupar un puesto de trabajo. Más preocupante aún, cuando los gobernantes, hacen extraños inventos, como proponer alargar la fecha de jubilación hasta los 70 años, todo con el propósito de mantener y garantizar el futuro de las pensiones, sin contar que muchos que están en la recta final para llegar a la jubilación, se encuentran en el más incierto de los paros, en muchos casos, habiendo agotado las prestaciones de desempleo o viviendo de subsidios, para sobrevivir y poder llegar a una jubilación de subsistencia. A las políticas de formación y acompañamiento que antes mencionaba, se deben unir aquellas que estimulen a los empresarios a contratar a personas de más de 55 años y no, aquellas que crean confusión, inseguridad e incertidumbre al empresariado, como ya nos tiene acostumbrado el gobierno social comunista de Pedro Sánchez. La riqueza en la creación de puestos de trabajo no consiste, en que, de cuatro puestos generados, tres sean funcionarios, eso presta al engaño, ni que los jóvenes, deban viajar al extranjero para conseguir sus perspectivas laborales, cuando este colectivo juvenil, representa un potencial para el mantenimiento de las pensiones, tampoco que los mayores de 55 años se queden anclados en un eterno paro, que no les permita llegar a buen puerto.