Tribuna
Tiempos de Núñez Feijoo en el PP
Exsenador i diputat
A nadie se le escapa que los tiempos en política, son un factor relevante a la hora de consolidar un liderazgo y consecuentemente un proyecto político. La habilidad y experiencia en el manejo de los tiempos, se les atribuye a aquellos políticos de reconocido talento, valentía y templanza. Los políticos con cierto grado de veteranía saben muy bien, que la administración de los tiempos es una ardua tarea complicada e intuitiva, que necesita de una habilidad y destreza personal, para elegir el momento exacto, ni antes, ni tampoco después, sino buscar el preciso instante. No están tan lejos, los ejemplos de políticos que sus tiempos de gloria, han durado lo que un caramelo en la puerta de un colegio, precisamente por no saber administrar los tiempos en política. Todos conocemos al despojado joven que, aprovechando la oportunidad que le brindó Cataluña, llegó al estrellato político, pero que una vez en la cresta de la ola de su éxito, olvida el origen de su riqueza electoral, queriendo conquistar nuevos territorios, me refiero a Albert Rivera. No se escapa en el menester de los tiempos, el progre de morro fino de Pablo Iglesias, liderando un proyecto político de izquierda con sabor bolivariano, aunque en en la práctica de niño pijo, que consigue ungirse en el poder de gobernante, pero que su prepotencia, no le dejó elegir el mejor tiempo político para consolidar su liderazgo, enfrentándose a una política novel, como Isabel Díaz Ayuso, quien le propina un auténtico revolcón electoral, obligándole a dejar gobierno y responsabilidades de partido, incluso el cortarse su simbólica coleta.
Tampoco de la quema política se salva el prometedor dirigente del PP, Pablo Casado, confundió el hacer política para adultos, con la política de colegas de NNGG, apostando por una renovación, dejando al margen personas con una reconocida valía en la gestión del partido. Quizás le hubiera ido mejor, apostar por una regeneración, que es la mejor fórmula para sumar que no restar o dividir. Su inseguridad, le llevaba más tiempo controlando a una compañera de partido, que no a su adversario político natural, Pedro Sánchez.
La crisis abierta en el PP se salda, con la dimisión de su presidente Pablo Casado, este hecho ocasiona que todos los varones del partido, como también de una amplia voluntad de la militancia, pongan los ojos nuevamente en Alberto Núñez Feijóo, como la única solución a la crisis abierta, pero también, como futurible presidente del Gobierno de España. Feijóo, es elegido por una abrumadora mayoría del 98,35 %, presidente del PP, en el reciente congreso del de Sevilla, mismo escenario de éxito en el tiempo de José María Aznar.
Feijóo es un veterano con experiencia, conoce muy bien que el éxito radica en saber administrar los tiempos con destreza. A nadie se le escapa que tiempos atrás, ya se le hizo una llamada para coger las riendas del partido, pero era consciente que su tiempo todavía era la presidencia de Galicia. Cuatro son las elecciones autonómicas que se presenta, y son cuatro las que gana por mayoría absoluta, dejando afuera a formaciones políticas como Ciudadanos o Vox, siendo capaz de aglutinar toda la derecha gallega bajo las siglas del PP.
Tras la crisis abierta en el PP de Casado y el llamamiento de hacerse cargo del partido, encuentra en el momento preciso, para iniciar una nueva andadura política, teniendo en cuenta que su edad es la más adecuada para conseguir sus propósitos, no por la edad biológica en sí, sino por lo que ella conlleva en experiencia y sabiduría.
Los nuevos tiempos de Feijóo, serán capaces de escoger los mejores equipos, con experiencia orgánica de partido y de gobierno, para conseguir sus objetivos. Son tiempos de moderación, que no debe confundirse con tibieza, son tiempos de diálogo que no de insultos, son tiempos de reconocer que España es plural y diversa, son tiempos en buscar más lo que nos une que no lo que nos separa, son tiempos para no ser condescendientes con los independentistas, pero para ello no hace falta desacreditarlos. Son tiempos de acuerdos o pactos de Estado, en esta misma línea el presidente del PPC, Alejandro Fernández, respondía en una entrevista de un diario, cuando decía: “hoy son más recomendables los pactos de Estado que una gran coalición”. Feijóo sabe muy bien que unas elecciones se ganan desde el espacio electoral del centro.