Tribuna
La Pineda Playa
Presidente del PP en Vila-seca
Es bien sabido que todo ayuntamiento es una organización encargada de llevar a cabo todas aquellas tareas administrativas de las que tiene competencia dentro de un municipio.
Estas tareas deberían ser llevadas con la mayor diligencia y eficacia, así como en los tiempos requeridos para evitar el perjuicio de sus administrados, en este caso los ciudadanos, que son los que sostienen dicha organización con sus impuestos. Como hemos podido comprobar, esta semana, de principios de junio, en la playa de La Pineda se va a comenzar la temporada sin que nuestro ayuntamiento haya hecho los deberes. Como siempre, ellos se excusan en la burocracia, en las competencias que corresponden a costas, en que nadie ha querido optar al concurso para el cambio de mobiliario de la playa, etc.
Al final, como siempre pagan los ciudadanos y en este caso concreto, la imagen que estamos dando de la playa de La Pineda, y como no, los autónomos y empresarios de la hostelería, sector especialmente castigado durante estos años de pandemia. Empresarios que pagan puntualmente las tasas e impuestos, por sacar mesas y sillas al exterior y que durante algunos días o semanas no podrán hacerlo. Parece ser que ayuntamiento tiene previsto abrir una zanja de 60 centímetros de ancho en el paseo que va por la playa, para la acometida de luz y agua de los nuevos chiringuitos. Además, las empresas de hostelería, son los que están prestando sus instalaciones de baño, pues a día de hoy todavía no hay W.C. públicos instalados en la playa. Al parecer, y debido a la burocracia, tal como alegan, esto no se ha podido planificar para hacerlo este otoño, invierno o primavera, así que se tiene que hacer en mitad de junio. En fin, un escenario que va en contra de la imagen que se quiere dar de turismo familiar y de calidad, y que demuestra la falta de planificación, organización y ejecución de nuestro ayuntamiento. Los afectados y turistas se preguntarán: ¿no se podía haber hecho mejor?