Feijóo o el «todo es ETA»

En junio de 2018 el gobierno del PP aprobó en el Congreso los presupuestos del Estado para ese año. Salieron adelante con el apoyo de los diputados del PP, de Ciudadanos y… del Partido Nacionalista Vasco (un partido independentista desde su fundación, en la segunda mitad del siglo XIX). El mismo día, el PNV votó a favor de una moción de Bildu en el Parlamento Vasco que defendía que el pueblo vasco tenía la potestad inalienable a ejercer el derecho a la autodeterminación en función del «derecho a decidir» de los vascos (es decir, el mismo argumentario que los independentistas catalanes). El mismo día, pues, un Gobierno del PP apoyado por Ciudadanos pactaba los presupuestos del gobierno de España con un partido que acababa de votar a favor de romper la unidad nacional del país. ¿Tuvieron algún problema en hacerlo? ¡Ni el más mínimo! Al contrario, todos los portavoces del PP se deshicieron en elogios al PNV a quien trataban, textual, como «un interlocutor privilegiado».

Eso pasaba hace menos de cinco años… sin embargo, cuando ahora el Gobierno progresista del presidente Pedro Sánchez, en su acción legislativa, cuenta con el voto a favor –en el proyecto que sea– de los diputados del PNV, o de Bildu, o de ERC les falta tiempo ¡a los mismos portavoces del PP! a salir a gritar «¡traición!, ¡traición!». Da risa, pero es así.

Para el portavoz de los socios de extrema derecha del PP la aprobación de los presupuestos generales del Estado representa «la victoria de ETA», mientras que, para la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, el gobierno «ha entregado España a los amigos de los terroristas» (incluso el señor Casado parece un moderado al lado de las últimas declaraciones de los diputados y diputadas del PP).

Es triste que el señor Feijóo, que se presenta como un pragmático, no solo rectifique de esta política tan lamentable, sino que abunde en ella. ¿Cómo es posible que todavía hoy sigan con la milonga del «¡gobierno ilegítimo!» ¿Ilegítimo? ¿Un gobierno surgido de las urnas expresión de la voluntad democrática del pueblo español es «ilegítimo»? por favor, un poco de cultura democrática…

La prueba del nueve para demostrar el carácter razonable del señor Feijóo es que levante –que ya sería hora– el bloqueo que el PP mantiene a la renovación del Consejo General del Poder Judicial, incumpliendo flagrantemente la Constitución que dice defender. Para un partido como el PP que acumula 52 casos sistémicos de corrupción, proceder a la renovación de la cúpula judicial sería la mejor prueba que han dejado atrás los malos hábitos predemocráticos de dónde vienen. ¿Lo hará el señor Feijóo? ¿Cumplirá la Constitución o seguirá dando excusas para ignorarla?

La situación general no es fácil. La agresión de Putin a Ucrania ha disparado la inflación, hecho que notamos cada uno de nosotros cuando vamos a hacer la compra semanal o cuando ponemos gasolina al coche, esa es la realidad. Esta claro que el Gobierno tiene la responsabilidad, como la ejerce, de afrontar esta situación difícil y de apoyar a las clases medias trabajadoras, pero la oposición (sobre todo aquel que quiere ser presidente del Gobierno) tiene la obligación moral de ayudar –no al Gobierno, pero si a los ciudadanos y ciudadanas– más allá de agitar la matraca del «Gobierno ilegítimo» o del «todo es ETA».

Tengo la satisfacción de decirle al señor Feijóo que ETA se disolvió en el 2011. Utilizar una banda terrorista para intentar desgastar a un gobierno democrático está por debajo del mínimo rigor ético imprescindible para ser presidente del Gobierno. Y no hay campaña mediática o de imagen capaz de justificarlo, querido señor.