¡Salou! ¡Salou! ¡Salou!

Estos días han sido varios los periodistas que me han preguntado los motivos que me han llevado a avalar un acuerdo con FUPS de hacer una lista conjunta a las elecciones municipales y por qué los socialistas parece que hayamos renunciado a ser la locomotora de esta candidatura conjunta. Los he notado un tanto sorprendidos teniendo en cuenta que todas las encuestas vaticinan un crecimiento del PSC en las próximas elecciones municipales, con lo cual la posibilidad real de victoria en Salou es factible. Y no se equivocan. Con toda la sinceridad, voy a tratar de explicarlo. Este mandato he tenido la responsabilidad de ser Concejal de Hacienda y Gestión Económica del Ayuntamiento de Salou. Como sabemos todos en marzo de 2020 la epidemia de la COVID supuso un golpe a nuestras vidas, en todos los sentidos, también en nuestra actividad económica y laboral. En un municipio como el nuestro que es sinónimo de turismo, el parón obligado por la pandemia cayó como una bomba. Recuerdo las caras de las personas que venían a hablar conmigo al ayuntamiento. Recuerdo su voz entrecortada cuando me explicaban sus dificultades, cuando compartían la preocupación por sus hijos, recuerdo sus miradas, sí, me quedaron grabadas en el alma. Y las he recordado ahora cuando hemos llegado a un acuerdo con FUPS para sumar por Salou. Porque no importa quien lidera la lista, ni quién va de segundo o de tercero. No importa quién será no-se-qué o las ventajas tácticas que un partido puede obtener de una negociación de este tipo. Esto no va de repartir cromos, ni cargos, ni cuotas de poder. Va de Salou. Por Salou, para Salou y decidido desde Salou.

Cuando tienes esto presente todo lo que tienes que hacer te queda muy claro. Mirad, mucha gente de Barcelona cree que Salou es una ciudad dormitorio, una especie de Marbella catalana dónde venir a disfrutar de las playas preciosas que tenemos o de nuestra oferta lúdica. Se equivocan. Salou es mucho más que esto. Salou es un municipio que se acerca a los 30.000 habitantes censados que está lleno de potencialidades, que podemos y debemos aprovechar, para que la gente de Salou viva mejor. Y para lograrlo lo primero que hay que configurar es un gobierno municipal fuerte, con mayoría absoluta, que defienda nuestros intereses en Barcelona, en Madrid, en Bruselas y dónde sea. Sí, sí, en Bruselas también. Al lado de esto todo lo demás empequeñece. Los que buscan otras explicaciones (y algunas denotan un evidente exceso de imaginación) a lo que acabo de decir hacen demagogia. Primero Salou, después Salou y a continuación, Salou.

Quiero dirigirme directamente a mis vecinos de Salou. A muchos los conozco y sé que ellos también saben de mi honestidad. Tened la seguridad de una convicción personal que repito en todas partes: esta ciudad es vuestra, la Salou abierta y orgullosa de su identidad cosmopolita, es vuestra ciudad. Me da lo mismo dónde habéis nacido, la lengua con la que habláis a vuestros hijos, o vuestro país o región de procedencia. Todos y todas somos Salou. Y entre todos y todas tenemos que lograr que esta maravillosa ciudad sea un referente de calidad de vida en el conjunto de Europa. Para vivir mucho mejor, así de claro.

El método está definido: el espíritu de Salou es el trabajo diario y constante basado en el esfuerzo que demostráis cada día, en el trabajo bien hecho, y en el respeto a todas las sensibilidades que constituyen el ADN de Salou. Sin exclusiones. Con humanidad, está claro, pero con la determinación de luchar por aquello que sabemos que es justo allí dónde se decida nuestro destino.

Sumaos a este proyecto ganador para Salou y si, como espero, después de las elecciones somos capaces de articular este Gobierno fuerte y con las ideas claras quien saldrá beneficiado no es este que os habla, sino mis conciudadanos a quien vi con miradas de angustia durante la pandemia y a quien quiero ver con expresiones de radiante felicidad. Porque todos y todas os lo merecéis y porque Salou es capaz de lograrlo. La ciudad que podemos lograr sumando juntos será imparable…