Diari Més

Graci Hidalgo

Zois Crossfit

Adaptarse a lo que venga

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El pasado día 09 de Abril de 2024, a raíz de un expediente municipal, nos obligaron a cerrar las puertas del box porque no teníamos el informe de bomberos favorable. Estábamos esperando este informe desde hace casi 4 años, cuando en plena pandemia por COVID decidimos ampliar y cogimos la nave de al lado, donde habían cerrado recientemente por culpa de las restricciones que impuso el COVID. Resulta que al ampliar el espacio cambiaron los requisitos exigidos para la actividad, así que se pidió a Bomberos el correspondiente informe.

Como si la demora de las administraciones no fuese suficiente, nuestra actividad molestaba a un vecino, y decidió poner una denuncia por molestias producidas por el ruido que hace nuestro box. Le molestaba la música. La Guardia urbana de Tarragona vino a hacernos una inspección, y tras esta inspección, nos exigieron el certificado de bomberos (que llevábamos años esperando por “falta de personal”) y además un limitador de sonido.

Estamos en el Polígono Industrial Francolí de Tarragona, y aunque parezca extraño nos pedían un limitador de sonido. Respecto al limitador, aunque en ningún momento nos indican qué normativa nos lo exige, ni cuál es el límite, etc., instalamos no solo un limitador, sino dos. Uno en cada nave. Cada limitador cuesta un dinero, aparte de tener que pagar una cuota anual para que ese limitador esté conectado con el ayuntamiento y puedan ver ellos mismos los decibelios en cada momento. Por música ya no podemos tener quejas vecinales. ¿Cuál será la siguiente queja, salir a correr por el polígono?

El momento álgido llegó cuando finalmente Bomberos nos dio el informe. Se presentó en el Ayuntamiento, y este nos dio 4 días para hacer las modificaciones del sistema contra incendios o nos cerraban la actividad. Como no se trata solo de hacer una instalación, sino que después la tiene que certificar una ECA, es inviable y nos cierran. Una instalación nada fácil, te hacen poner un depósito de agua de 12.000 litros y unas bombas encerradas en un cuarto en modo búnker. Este depósito nos lo hacen poner porque el agua de Tarragona no llega con la suficiente fuerza al polígono. ¿No debería ser la empresa de aguas quien se hiciera cargo de este gran desembolso?

Para aquellos que no conocen el Crossfit, en este deporte se genera un vínculo social muy fuerte entre los atletas, un sentimiento de pertenencia a una pequeña familia. Fue un mazazo. Lo que no había conseguido el COVID, ni la crisis, ni otros mil obstáculos, lo iba a conseguir la inoperancia administrativa para unas cosas, y una eficacia y celeridad sorprendentes para otras cosas. Rabia, incomprensión, impotencia y perplejidad.

Después de años tratando de hacerlo todo lo mejor posible, cumplir con todo lo exigido y dar el mejor servicio posible, ahora nos veíamos en esta situación. Quien no nos conoce no sabe que haremos siempre lo que haga falta. Es la esencia de este deporte, adaptarse a lo que venga, y hasta que no se agota el tiempo, no paras. No se trata de no cumplir con lo que nos exija la norma, solo de tener tiempo para hacerlo, solo pedir un trato justo ante una situación que no lo es.

El cierre de Zois llegó a oídos del Sr. Alcalde Rubén Viñuales, quien rápidamente se puso en contacto con nosotros y se interesó por el problema. La única opción fue volver a separar las dos naves con un muro de obra, no poder utilizar una de las naves (la que molesta a nuestro vecino) y mientras realizar las adaptaciones que nos pidiera la certificación de bomberos.

El muro se levantó en 2 días. Ahora a luchar otra vez contra la burocracia. Ha costado 2 meses y cuando creemos que lo tenemos, la ECA nos pide unas certificaciones que no nos habían pedido antes, una infraestructura que no nos han pedido antes y, por supuesto, otra inspección de la ECA. Quizá también faena de nuestro ingeniero habernos avisado. No somos técnicos.

No sé si tendrán que hacer las mismas inspecciones a cada una de las empresas públicas y privadas de Tarragona, me gustaría que así fuera para jugar todos con las mismas cartas. Lástima que tendrían que cerrar el 90% de las empresas por incumplir con algo y tampoco es justo. Tenemos la sensación de que han ido a buscarnos las cosquillas, esa ha sido y han sido los comentarios que algunos nos han hecho llegar.

Para nosotros no se trata solo de un montón de bloques de hormigón. Es un símbolo de los baches y contratiempos que nos han ido poniendo hasta ahora. Algún vecino no nos quiere allí, quizá no le guste el deporte. El resto de vecinos están encantados con nuestra actividad y no hay queja alguna, de hecho, hemos tenido apoyo de casi todos menos uno. No consideramos que molestemos a nadie, hemos dado vida a un polígono que estaba prácticamente muerto y lo más importante, ¡ES DEPORTE, ES SALUD! Si, salimos a correr, correr es deporte y en un polígono que quejas pueden haber por salir a correr? ¿O que nos hagan entrenar a puerta cerrada? Creo que no hay ni una nave de cualquier actividad que trabaje a puerta cerrada y menos en verano. Si estuviéramos debajo de una comunidad de pisos y en el centro de la ciudad se entiende perfectamente, pero ¿en un polígono?

Esperamos no tener más quejas vecinales puesto que hemos hecho todo lo exigido.

Gracias a la familia Zois por la paciencia, por apoyarnos, por estar siempre ahí para lo que necesitemos. De verdad, gracias, gracias y gracias de parte de todo el staff.

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