El tabú del salario en las entrevistas de trabajo
Vivimos unos tiempos en los que aspectos como el bienestar laboral, la conciliación, la alineación del trabajador con los valores y visiones de las empresas, entre otros, han consolidado lo que ha venido a llamarse salario emocional. Bienvenido sea el concepto y que cada cual, le asigne el grado de importancia que considere oportuno, según su propia escala de valores y preferencias.
Pero en este contexto ha resurgido con fuerza una vieja (mala) praxis de algunas empresas consistente en no verbalizar el salario económico al que aspira un trabajador durante una entrevista de trabajo o a lo largo de un proceso de selección. Un silencio ensordecedor desde el punto de vista de los derechos de los trabajadores que esconde, como no puede ser de otra manera, intenciones perversas: la de imponer a la baja sueldos a los candidatos que no tengan la fortaleza de negociar o exigir una retribución digna, algo que, obviamente, es mucho más sencillo en sectores, empresas o entornos con poca cultura del convenio y de la regularización de los salarios.
Un entorno que deja las manos demasiado libres a estos trileros del reclutamiento, conscientes de su posición de fuerza y de la más que previsible necesidad de los aspirantes a obtener un puesto de trabajo.
Esta dinámica ejerce un chantaje emocional sobre los trabajadores que optan a conseguir un empleo, ya que puede llegar a parecer de mal gusto, incluso un auténtico tabú, preguntar por los emolumentos que se percibirían en caso de ser seleccionados. Lo que supone una vulneración de uno de los derechos más esenciales de un trabajador: saber cuanto va a cobrar para poder decidir libremente si la posible oferta es de su interés.
Es curioso y paradójico que esta indeseable tendencia vuelva en la era del employee branding, cuando se supone que las empresas tienen que seducir a sus trabajadores y a los aspirantes a formar parte de ella con sus buenas prácticas. ¿Hay una peor manera de presentarse? ¿Qué podemos esperar de una empresa que ya desde buen comienzo esconde temas tan relevantes y nos manipula emocionalmente?
Tengamos una actitud clara con este tema y no nos cortemos ante los trileros que pretendan jugar a este juego. O incluso denunciémoslas por diferentes canales, uno de ellos somos los sindicatos. Desde el Sindicato de Trabajadores, estamos atentos a estas lacras y animamos a todos los que las sufran a optar por el único camino que permite erradicarlas: el de la unión, que hace la fuerza. Solo así seguiremos dando pasos hacia adelante en materia de derechos laborales. O, como en este , evitaremos darlos en la dirección contraria.