Chantaje infame
Hacer de la necesidad virtud, no lo pudo decir mejor Pedro Sánchez. Y dicho y hecho, de una manera infame vincula las ayudas por las inundaciones en Valencia a la aprobación de Los Presupuestos. Recordemos que, acechado por los casos de corrupción, abandonado por sus socios de gobierno, investigada su familia por la justicia, solo podrá continuar con la legislatura si consigue aprobar unos presupuestos que le permitan seguir en el gobierno hasta el final de ésta.
Todas las medidas urgentes que se implantaron por la pandemia lo fueron mediante Decreto-Ley. ¿Por qué ahora debe hacerse en los Presupuestos del Estado? Únicamente porque Sánchez los necesita para permanecer en el poder. El chantaje resulta infame.
Jugar con las medidas para reconstruir las zonas arrasadas por el agua para asegurarse mantener una legislatura agónica denota el calado de nuestro presidente, pero también de quienes impávidos le permiten realizar semejante extorsión.
Establece nuestra Constitución que, en caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decreto-Ley. Posteriormente son convalidados por el Congreso o tramitados cómo Proyectos de Ley, lo que permite su debate y enmienda por los grupos parlamentarios, en definitiva, pueden ser modificados y mejorados en el trámite parlamentario.
Por ello el instrumento legislativo para adoptar todas aquellas medidas urgentes y extraordinarias para la ayuda a los damnificados y la reconstrucción de la zona afectada es el Decreto-Ley. Por otro lado, los Presupuestos Generales del Estado incluyen la totalidad de los gastos e ingresos del sector público estatal, lo que podríamos definir como el funcionamiento ordinario de la administración pública.
Por ello, lo que pretende Sánchez es conseguir que se aprueben los presupuestos con aquellas medidas económicas y políticas que incluyen nuevos impuestos, inversiones, distribución del gasto etc. con las que la mayoría de los grupos parlamentarios de la oposición no están de acuerdo e incluso algunas de ellas tampoco cuentan con la aprobación de sus socios de gobierno, bajo el chantaje de las ayudas a los damnificados.
Prueba de ello es el propio Decreto-Ley aprobado este martes en el Consejo de ministros, donde se valida ya un importante paquete de ayudas y medidas. Decreto-Ley aprobado en un Consejo de ministros de carácter ordinario una semana más tarde de la catástrofe. Para Sánchez la DANA y sus graves efectos no ha sido motivo suficiente para convocar con urgencia un Consejo extraordinario, cómo sí ha hecho hasta en 11 ocasiones desde que gobierna.
Para él sí han tenido la urgencia necesaria para un Consejo extraordinario otras cuestiones, el 21 de diciembre de 2018 la aprobación de medidas para la exhumación de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, o los dos que convocó en 2019, la aprobación del Real Decreto-Ley de medidas urgentes en materia de vivienda y alquiler, y la aprobación de la Ley de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación.
Todos ellos con marcado interés propagandístico, con medidas que seguro podían haber esperado a ser aprobadas en un Consejo ordinario, pero que lo fueron en uno extraordinario en aras a no perder eficacia mediática.
Es el momento de prescindir de los intereses personales en pro del bien común y de manera muy especial de los ciudadanos afectados por la DANA. Por mucho que Sánchez vea incluso en la desgracia una oportunidad política, no podemos caer en su trampa.