Casarse con las emociones de los novios

Cada boda tiene una historia propia en las fotografías que realiza José Pleguezuelos. El artilugio ha llevado a este artista de la imagen nupcial a ser seleccionado para tomar parte de la primera exposición nacional que se realiza de este tipo de fotografía a España. «Voy más allá del típico ademán, intento plasmar las emociones, y qué historia hay detrás de aquella pareja, más que captar una imagen de una fotografía de boda propiamente dicha», explica el fotógrafo.

La instantánea seleccionada –que ilustra este texto– representa precisamente un momento donde la planificación no ha hecho acto de presencia. Es el instante de uno de los muchos momentos de una boda. Se puede ver una pareja donde tanto él como ella se encuentran abrazados a sus respectivas madres después de hacerlos entrega de los regalos nupciales. Quise captar un momento que es difícil de poder capturar. Aquí se puede captar el llanto en este momento de emociones; primero fue la madre de ella quien empezó a llorar y después la madre de él vadur a término la misma escena». Un enlace nupcial que tuvo lugar en octubre del año pasado en una casa rural donde se llevó a cabo la celebración de esta pareja tarraconense, Miguel y Nara.

La posibilidad de tomar parte de esta muestra, que integrarán una cincuentena de profesionales, llega después de que Pleguezuelos sume dos años intensos de trabajo captando y conociendo la historia de las parejas mucho antes de que empiece in situ el trabajo artístico. Mucho antes, el creativo, sin embargo, ya había llevado a cabo «prebodas», un prolífico periodo de formación donde había aprendido al lado del talento otros profesionales nacionales e internacionales antes de empezar su trayectoria en solitario. «La práctica me sacó el miedo a pensar de si era capaz dedicarse a eso, a finales de 2014 fue cuando llevé a cabo el primer enlace», comenta Pleguezuelos.

La selección de esta instantánea también ha sido posible después de conseguir una mención de honor por parte de cuyo colectivo de fotógrafos de boda forma parte desde hace un año. Ahora, su imagen seleccionada se podrá ver a partir de este jueves en Barcelona hasta el próximo 27 de noviembre, después de su paso por Valencia. También se podrá coger en Madrid, Granada y en Vitoria, donde concluirá en febrero del próximo año. Obras de arte, imprimidas en soporte de aluminio con un formato de 30x45 cm.

José plantea la sesión mucho antes de los primeros clics a los novios: son momentos de conversar, de conocer aspectos sobre su vida, o sus amigos más próximos. «Quiero mostrar que otro tipo de fotografía de boda es posible, captar los sentimientos e inculcar otros valores». Y añade que «estamos acostumbrados a pensar la boda con una serie de parámetros estipulados pensando que será una ceremonia donde habrá un banquete y las fotografías posteriores». Por este motivo, expone, «planteo la fotografía desde tiempo antes, estoy en pleno contacto con ellos y me implico a nivel personal y emocional en el qué haga falta en cualquier detalle del acontecimiento. Siempre los digo que ellos se casarán por primera vez, pero yo llevo dos años casándome ya muchas veces», afirma.

Pleguezuelos explica que sus fotos están como «narrar un cuento, con una sucesión, donde todo va encajando y tiene un sentido desde la primera hasta la última foto, busco captar aquellos momentos que ellos me hayan podido explicar previamente». La muestra que ahora se celebra por primera vez nace claramente con una vocación de continuidad, la de poder hacer que artistas como José y de otros lugares del Estado puedan mostrar su fotografía con el concepto de «obra de arte» tal como expone al propio tarraconense.

Historias propias, imágenes propias y sentimientos propios que se reflejan en uno de los momentos más especiales. Con esta exposición, José, uno de los dos representantes de Cataluña, espera poder plasmar y cautivar a los visitantes expresando algo más que una imagen extraída de un álbum de fotos que ya ha quedado el recuerdo de las personas en que deciden contraer matrimonio. Es, también, una manera diferente de expresar el «Sí, quiero».