Los trabajadores de Adif en Tarragona denuncian en Bruselas la falta de inversiones y personal
«Compartimos el enfado del gobierno catalán con respecto a los incumplimientos del Estado», asegura José Bravo de l'UGT
Los trabajadores de Adif en Tarragona han denunciado este martes en Bruselas la «falta de inversiones y de personal» de la empresa, que han advertido que pone en riesgo un «sector estratégico» como el ferroviario y que, además, impide ofrecer un servicio «seguro y de calidad» en Cataluña.
«Compartimos el enfado del gobierno catalán respecto de los incumplimientos de los compromisos del Estado español», ha asegurado el secretario nacional ferroviario del UGT-Cataluña, José Bravo. Los trabajadores han recordado que la red catalana tiene 126 «puntos negros», un 14,3% en Tarragona, que suponen «retrasos importantes en las circulaciones y un riesgo para la seguridad».
La solución a las infraestructuras que están mal es ahora poner limitaciones temporales de velocidad o dar de baja las instalaciones. Nosotros pensamos que cuando se detecta una deficiencia lo que se tiene que hacer es solucionarla», ha denunciado Bravo. El sindicato UGT ha recordado que el pacto del 2008 entre la Generalitat y el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para invertir 4.000 millones de euros y «situar el ferrocarril catalán en un estado óptimo» se ha «incumplido», con la ejecución, sólo, del 10% de la inversión comprometida. Además, del acuerdo posterior con el gobierno del PP para invertir 306 millones, el gasto «mínimo necesario para dar un servicio con seguridad», sólo se ha ejecutado un 4,2%. El informe que los trabajadores de Adif han trasladado a Bruselas, de la mano del eurodiputado de ERC, Josep Maria Terricabras, advierte por ejemplo que el estado de mantenimiento «pésimo» de la estación de clasificación de Tarragona «expone toda la población a riesgos potencialmente peligrosos».
«En los últimos tres años ha sufrido 13 descarrilamientos imputables a la infraestructura y en más de una ocasión se han tenido que activar las alarmas, ya que los convoyes descarrilados llevaban materias peligrosas», destaca el texto. De hecho, el sindicato advierte que la política ferroviaria actual del Estado español en Cataluña es la de «desinversiones» para reducir «al mínimo» la compañía y acabar privatizándola. Bravo ha dicho que han aprovechado el viaje al Parlamento Europeo para utilizar «el megáfono» que supone Bruselas para conseguir apoyos|soportes a sus reivindicaciones.
Los trabajadores de Adif-Tarragona han criticado el «modelo de separación total entre la infraestructura y la empresa operadora de transporte» que consideran «equivocado», y han instado al gobierno español a hacer a un modelo público de holding que actualmente permite la normativa europea. Además, han recordado la falta de personal de la empresa, que concretamente en Tarragona ha reducido la plantilla en un 19% en nueve años. Según Bravo, «la falta de personal ferroviario suficiente para el mantenimiento adecuado de las instalaciones» impide que los trabajadores puedan acudir, cuando hay una deficiencia, en el mínimo tiempo posible y poder restablecer el servicio cuando se estropea».
Bravo ha evitado valorar si el gobierno español tendría que transferir toda la competencia ferroviaria a la Generalitat, remarcando que lo importante es que «cualquier administración» haga «lo que tiene que hacer» con las «herramientas» necesarias. Sin embargo, según Bravo, es «razonable» que el Gobierno denuncie los incumplimientos de Adif y el Ministerio de Fomento porque «no se pueden tener las transferencias de un servicio público y no las herramientas para desarrollar con calidad el servicio».
Los trabajadores de Adif-Tarragona han viajado a Bruselas de la mano del eurodiputado de ERC, Josep Maria Terricabras, y acompañados del diputado en el Congreso Jordi Salvador y la senadora Laura Castel. La agenda de reuniones incluye un encuentro con el presidente del comité de Transportes de la Eurocámara, el alemán Michael Cramer, y con la dirección general de la Comisión Europea en la materia.