La comida de la buena suerte. Recetas y tradiciones de todo el mundo por Fin de Año

El último día del año se acerca y como todas las celebraciones destacadas en el calendario cuenta con una gastronomía propia que cambia en función del país dónde se viva. Sea lo que sea lo que se pone en mesa por Fin de Año, el cierto es que todos los alimentos y recetas que se preparan a lo largo de los cinco continentes tienen un punto en común: la suerte. El inicio de un nuevo año es un buen momento para mirar con optimismo el futuro y para pedir suerte. Y para hacerlo, nada mejor que acompañarlo con comidas que propicien la buena fortuna. En España y en muchos países de América Latina, comer los 12 granos de uva coincidiendo con las 12 campanadas se ha convertido en una tradición de lo más arraigada, aunque la primera vez que se hizo fue en 1909 y como protesta de los agricultores que habían visto cómo el exceso de cosecha de aquel año los reventaba los precios.

Más allá de nuestras fronteras, encontramos una gran diversidad de tradiciones de lo más curiosas. En Italia, es típico comer lentejas acompañadas de cotecino —un embutido similar al chorizo— por Fin de Año. Esta tradición surgió a la Edad Media, cuando la gente regalaba una pequeña bolsa de estas legumbres para desear buena suerte a la familia o amigos.

Comida para el Hogmanay escocés

Escocia es uno de los lugares donde se vive más intensamente el cambio de año. El año 1647 el Parlamento escocés prohibió la celebración del día de Navidad a causa de su vertiente pagana. Aunque el veto se levantó al cabo de unos años, la estricta iglesia presbiteriana sugirió que la fiesta no se celebrara y así se mantuvo hasta el año 1958. Los escoceses buscaron otra fecha para celebrar la llegada del invierno y hacer que las familias se reunieran e intercambiaran regalos y así nació el Hogmanay, cuatro días de fiesta donde la gastronomía también juega un papel destacado. Normalmente, se come roast beef y pastel de carne, así como el haggis (plato típico escocés consistente en un embutido sazonado hecho con pulmón, hígado y corazón de cordero), el neeps and tatties (puré de patata y nabo) y el rumbledethumps (un plato hecho con patata, col, cebolla, mantequilla y queso gratinado). El vino o el güisqui no faltan y los postres incluyen el black bun (el pastel típico del Hogmanay hecho con fruta confitada, frutos secos y sazonas), las mince pies (cazoletas llenas de fruta y especies|especias) y las shortbread (las típicas galletas escocesas de mantequilla).

Dulces en Grecia y Alemania

Los dulces tienen un protagonismo especial en casi todas las celebraciones navideñas, también en el Fin de Año. Buena muestra de eso son las tradiciones griegas y alemanas. Los griegos comen un pan que exteriormente parece un bizcocho denominado vasilopita. La gracia es que durante la elaboración se esconde dentro de la masa una moneda de oro o de plata y que la encuentre será el más afortunado entre todos los que están reunidos durante el año que empieza. En Alemania, por su parte, es tradición regalar un brioche de leche hecho con forma de trenza coincidiendo con el Año Nuevo. Este dulce es un símbolo de buena suerte.

Otros platos típicos

Otros platos tradicionales que vale la pena resaltar son la feijoada brasileña. Este plato popular es una cazuela hecha con judías negras y carne de cerdo. Y cómo no podía ser de ninguna otra manera se dice que si se come la última noche del año, trae buena suerte. Por último, hay que hablar de las tradiciones chinas. Aunque sus celebraciones no coinciden con las nuestras, el cierto es que también tienen una tradición gastronómica relacionada con la buena suerte. Las mandarinas y naranjas son omnipresentes durante el Año Nuevo chino, ya que simbolizan la prosperidad.