La siniestralidad vial baja en Cataluña en 2016 pero aumenta el número de ciclistas muertos o heridos graves
231 personas perdieron la vida en el asfalto; en el 2015, un año especialmente negro, hubo 261 víctimas mortales
Los accidentes de tráfico segaron la vida de 231 personas en Cataluña en el 2016, un 11,5% menos con respecto al 2015, un año especialmente negro con un repunte de la siniestralidad vial con 261 víctimas mortales. En el 2014, 230 personas habían perdido la vida en el asfalto. Los ciclistas que murieron en accidentes de tráfico o resultaron heridos graves aumentaron en el conjunto de la red vial y especialmente, un 31%, en zonas urbanas, con cuatro víctimas mortales y 84 heridos graves. Son datos presentados este lunes en el balance de siniestralidad vial tanto en carreteras como en zonas urbanas. El conseller de Interior, Jordi Jané, ha hecho un llamamiento al «respeto» a las bicicletas y, en general, a los vehículos de dos ruedas por su «fragilidad y vulnerabilidad» y también ha pedido a los ciclistas que hagan un «uso responsable» de su medio de transporte.
153 personas murieron en la red interurbana de Cataluña en el 2016; en el 2015, hubo 176 víctimas mortales y en el 2014, habían habido 140. En el 2015, la siniestralidad vial aumentó en las carreteras interurbanas por primera vez desde el 2010. A pesar de este repunte, el descenso acumulado de víctimas mortales en el periodo 2010-2016 es del 37,8%. Con respecto a la red urbana, la reducción desde el 2010 es del 16,13%. A los descensos, les han sucedido varios repuntes. 78 personas perdieron la vida en accidentes el año pasado dentro de los pueblos y las ciudades; 85, en el 2015; 90, en el 2014. En el 2013, las víctimas mortales habían sido 62, el número más bajo desde el 2010. En global, tanto en carreteras interurbanas como en zonas urbanas, el número de víctimas mortales en accidentes de tráfico acumula un descenso del 31,9% desde el 2010.
Jané ha destacado que en el 2016 finaliza con el cumplimiento del objetivo global del Plan de Seguridad Vial 2014-2016, que establecía una reducción del 30% de las víctimas mortales con respecto al 2010, si bien ha hecho notar que en las zonas urbanas no se llega a este descenso marcado. El Plan de Seguridad Vial 2017-2019 fija como objetivo reducir las víctimas mortales un 45% con respecto al 2010, con el horizonte del 50% en el 2020 tal como solicita la Unión Europea. Con todo, el conseller ha insistido en que se trabaja con la visión cero de víctimas mortales y heridos graves de cara al 2050. La única cifra tolerable de personas muertas en el asfalto es cero. Los accidentes de tráfico se redujeron un 15,2% con respecto al 2015. Se registraron 202 accidentes mortales, 125 en zona interurbana y 77 en zona urbana, y ésta es la cifra más baja de la historia en Cataluña. La reducción del número de accidentes se produjo en las cuatro demarcaciones catalanas.
La directora del Servei Català de Trànsit (SCT), Eugenia Doménech, ha recordado que la siniestralidad vial del 2016 estuvo marcada por el accidente de un autocar en la AP-7 en Freginals (Montsià) el 20 de marzo con trece víctimas mortales y 36 heridos y el de la N-II en Pont de Molins (Alt Empordà) el 2 de abril con siete personas que perdieron la vida y un herido grave. Son los accidentes múltiples con más víctimas mortales desde el año 2000, cuando el Servei Català de Trànsit asumió las competencias en este ámbito. También, un coche se accidentó en una pista asfaltada al lado del pantano de Susqueda (la Selva) el 6 de diciembre. Una niña y dos mujeres, una de ellas embarazada, murieron en el accidente.
Ciclistas y motoristas, muy vulnerables
Los ciclistas muertos o heridos graves en vías urbanas aumentó un 31% en el 2016 con respecto al 2015. Murieron cuatro ciclistas, tres de los cuales en Barcelona. En el 2015, había habido una víctima mortal. Además, 80 resultaron heridos graves, mientras que el año anterior habían sido 63. En las carreteras, murieron cuatro ciclistas (siete en el 2015) y 66 resultaron heridos graves (57 en el 2015), un 9% más. «Muchas veces el conductor no es consciente de la vulnerabilidad de la bicicleta en el entorno urbano y hace falta una mayor concienciación entre todos», ha subrayado Jané, que ha añadido: «Los peatones también piden un uso responsable de la bicicleta. Su presencia más activa puede comportar una mayor vulnerabilidad de los peatones». El 36% de los muertos y heridos graves en vías interurbanas eran motoristas, otro de los colectivos más vulnerables. 34 personas que iban en moto perdieron la vida en las carreteras interurbanas (49 en el 2015) y 341 resultaron heridos (333 el año anterior). En las ciudades y municipios, 32 motoristas perdieron la vida (33 en el 2015) y 438 resultaron heridos (461).
Vías interurbanas: aumento de la siniestralidad entre semana
En vías interurbanas, la siniestralidad con víctimas mortales y heridos graves bajó en el 2016 un 18% en el sábado y domingo y creció un 7,4% del lunes al jueves. Los responsables de Trànsit han relacionado este incremento con la progresiva recuperación económica. En el 2016 se constató un incremento del 2,4% de la movilidad en la red vial con respecto al 2015 y se alcanzó ya un número similar de desplazamientos en el año 2011 en el entorno metropolitano. El 20,6% de las personas muertas y heridas graves tenían entre 35 y 44 años, franja de edad en que se ha registrado un aumento del 21,5%. Un total de 346 accidentes con víctimas mortales o heridos graves fueron salidas de vía, el 33,33% del total de siniestros. La cifra se eleva hasta 39,87% en los siniestros con personas muertas. Las colisiones frontales, 227, aumentaron un 6,5% y representan el 21,9% de los accidentes con víctimas mortales o heridos graves. Los atropellos en vías interurbanas representan el 3,5% y el número de peatones muertos o heridos graves se redujo un 30,76%. Las distracciones siguen siendo el principal factor concurrente en accidentes, si bien se han reducido dos puntos y medio. En el 2016 representaban el 28,45% de los accidentes; en el 2015, habían sido el 31,83%.
Carreteras negras
La AP-7 fue la carretera con más víctimas mortales en el 2016, con 21 (ocho en el 2015). 13 de las personas que perdieron la vida viajaban en el autocar que volvía de Valencia y se accidentó en Freginals. La N-II se cobró la vida de diez personas, siete en el accidente de Pont de Molins. En el 2015, hubo ocho víctimas mortales. La N-340 sigue siendo una de las carreteras más negras de Cataluña, con nueve personas muertas (19 en el 2015). Seis personas perdieron la vida tanto al A-2 como la C-31; cinco en la C-26 y cuatro en la C-14, C-37, C-55 y N-240. El número de personas muertas o heridas graves bajó un 22% en Lleida, mientras que en Girona pespunteó un 7%.
Zonas urbanas: aumentan las víctimas mortales y heridos graves de más de 65 años
En las zonas urbanas, se ha registrado un incremento del 7,9% de las víctimas mortales y heridos graves de entre 65 y 74 años. Por debajo de los 14 años, habido trece víctimas menos. En Barcelona, 58 personas murieron en vías urbanas, dos más que en el 2015. En Girona, diez (nueve en el 2015); en Tarragona, fueron cinco víctimas mortales (14 en el 2015) y en Lleida, cinco (seis el año anterior).