L'OCU advierte de una sustancia cancerígena a las patatas fritas
Las acrilamidas son una sustancia que se produce en alimentos ricos en azúcar y aminoácidos cuando son sometidos a altas temperaturas
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha aconsejado reducir el consumos de productos con acrilamidas, una sustancia que se produce en determinados alimentos ricos en azucares y aminoácidos cuando son sometidos a altas temperaturas. Esta recomendación se produce después de que la autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) asociara su consumo con un mayor riesgo de cáncer.
La OCU reclama tanto al Gobierno como a nivel europeo que se establezcan límites a la industria alimentaria y hostelera en los niveles de acrilamidas recomendables para la salud. «Es necesario y urgente una homogeneización a nivel europeo en este sentido. OCU a través de BEUC está presente en las instituciones europeas reclamando a todos los estados miembros una normativa que regule dichos límites», explican. Asimismo, demanda una rebaja de los actuales niveles acordados en algunos países europeos, y echa en falta también una mejor información a los consumidores sobre cómo se han procesado ciertos alimentos.
Algunos de los alimentos que pueden tener una mayor concentración de acrilamidas son: el café, la achicoria, los aperitivos de patatas y patatas fritas, los cereales y las galletas entre otros. No obstante, desde la OCU indican que la forma más común de consumirlas para la mayoría de los consumidores en el día a día es a través de las patatas fritas y, por lo tanto, la más fácil de controlar también.
Con el objetivo de reducir su consumos aconseja cocinar las patatas en el microondas o con cocción frente a frituras, tostado u horneado; antes de cocinarlas, recomienda dejarlas en remojo peladas y cortadas durante unos 15-30 minutos esto ayuda a reducir la cantidad de acrilamidas que se forman; y cocinarlas el tiempo justo, intentando no tostar demasiado las patatas ni el pan, si no el contenido en acrilamidas se llega a triplicar.
Asimismo, recomienda utilizar patatas nuevas, que no hayan pasado mucho tiempo almacenadas ya que éstas contienen mucho más azúcar; optar por variedades nuevas con bajo contenido en azúcar; y a la hora de almacenarlas buscar un lugar seco y oscuro que la nevera, ya que nunca deben estar por debajo de temperaturas de 6º o 7º.
Finalmente, aconseja no reutilizar en exceso el aceite porque un número elevado de frituras pueden incrementar mucho el contenido en acrilamidas; y optar por aceites de oliva y girasol alto oleico frente a aquellos de semillas (girasol, maíz o soja) o aquellos especiales para freír, por que la calidad del aceite también afecta de una manera importante a aumentar la proporción de acrilamidas.