Un piloto avisa de problemas en los motores y hace decidir a los pasajeros si quieren volar

Lo explica en su edición de hoy el periódico digital lainformacion.com

y los hechos pasaron el pasado día 10 de junio. Vómitos, ataques de pánico, gritos, llantos... así fue, según el digital, la pesadilla que vivieron 150 pasajeros del vuelo que cubría la ruta entre Málaga y la ciudad británica de Bristol.

El vuelo se retrasó hasta 36 horas a causa de varios problemas técnicos. Cuando los pasajeros creían que estaban solucionados, el piloto les explicó que sólo había un 50% de posibilidades que los dos motores del aparato funcionaran y les pidió que fueran ellos los que decidieran si querían volar.

Según los testimonios, el piloto salió de la cabina para explicar la situación y pidió que levantaran la mano aquellos que querían que intentara hacer volar el avión. Eso provocó una situación de estrés entre los pasajeros. «Había 12 personas que querían continuar, pero el resto queríamos bajarnos», explica Terri Hal, una de las pasajeras.

«Fue absolutamente horrible», comentaba Jemma Hooper, que estaba con su marido Nathan, su madre Theresa Lawrence y sus cuatro hijos.

Eso, sin embargo, no fue todo. Las 36 horas de espera fueron también una pesadilla lejos del aeropuerto, con terribles paseos en autobús de emergencia en «hoteles infestados de cucarachas», aseguran al Bristol Post algunos de los pasajeros.

La empresa Easyjet se defendía de la siguiente manera: «Los pasajeros han recibido cupones de comida, alojamiento en hoteles y actualizaciones regularmente. Nuestro equipo de ingenieros trabajó duro para intentar conseguir que los pasajeros llegaran a su destinación lo antes posible y originalmente planeó una salida el 10 de junio. Desafortunadamente se produjo otro problema técnico y se decidió operar el vuelo con un avión de reemplazo Londres Gatwick. El vuelo salió de Málaga el 10 de junio».