Las pensiones que vienen: el Estado tan sólo cubrirá la mitad de nuestro último sueldo
La tasa de sustitución que ahora es del 81,9% tendrá una caída hasta el 49,7% en el 2060
España tiene un problema con las pensiones. Hace tiempo que las arcas de la Seguridad Social están casi vacías porque las cotizaciones sociales no cubren los desembolsos, por lo cual el Fondo de reserva está en sus niveles mínimos.
La pasada semana, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, anunció que el Gobierno recurrió tanto a la conocida como hucha de las pensiones —para retirar 3.514 millones de euros—, como un préstamo sin interés del Tesoro, incluido en los Presupuesto Generales del Estado, que ascendía a 5.986 millones. La historia se repite y la idea de que las pensiones públicas en su cuantía actual no se podrán mantener vuelve a tomar fuerza.
La patronal del sector asegurador Unespa volvió a incidir este lunes en esta idea. Según afirman, las pensiones públicas son «un derecho», pero han entrado en un periodo de reforma que apunta hacia su sostenibilidad sin embargo «lógicamente lo hace a costa de su generosidad» o tasa de sustitución.
Su conclusión es clara: el sistema «es sostenible porque se ha procurado con las herramientas necesarias para mantenerlo, sobre todo después de la reforma de 2011 y antes, en 1986», pero insuficiente para garantizar un buen nivel de vida a los pensionista.
Para calcular el poder adquisitivo los jubilados se recurre a lo que se conoce como tasa de sustitución, o tasa de reemplazo, que compara la pensión percibida en el momento de empezar a cobrar con el último salario. Según el estudio Pensiones at en Glance 2015 , elaborado por la OCDE, la tasa de reemplazo en España para un salario medio es del 82%. Para ponerlo en perspectiva, se puede resaltar que en la media de los países de la OCDE es del 52%, y la de los de la Unión Europea es del 59%. En países de nuestro entorno como Francia, Portugal, Italia, Alemania o el Reino Unido la tasa es de 55%, 74%, 69%, 37% y 30%, respectivamente.
Ahora bien, este porcentaje que equivale al poder adquisitivo de los pensionista, se hundirá en las próximas décadas, desde el 81,9% por término medio en el 2013 hasta el 49,7% en el 2060. España lidera el ranking del país europeo el descenso del cual será mayor.
Ya que en unas cuantas décadas España contará con una población fuertemente envejecida y tendrá uno ratio de trabajadores activos con respecto a trabajadores inactivos muy menos favorable, la cuestión es si se podrá mantener el nivel adquisitivo de las pensionas y la respuesta parece negativa.
Hay que tener en cuenta que en España, la tasa de sustitución se calcula sólo partiendo del sistema público mientras que en otros países deriva de la contribución tanto pública como de los sistemas de previsión privados. Así, entre los países europeos con menor aportación del sistema público en el momento de la jubilación se encuentran Dinamarca y Holanda, si bien en estos casos se compensan los ingresos con las aportaciones a sistemas complementarios hasta conseguir tasas de reemplazo muy altas. «Todo trabajador en Holanda, tiene su pensión pública y su capitalización que proviene de su empresa o de sus sectores. En nuestro país, sólo entre el 10 y 12% de la población trabajadora cuenta con sistemas de capitalización», concluyen desde de Unespa