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Libertad para|por el conductor bebido y sin carné que mató a una chica en Fornells de la Selva

El juzgado sostiene que no hay riesgo de fuga ni de reincidencia, porque «sufre lesiones que le obligan a ir con muletas» y es «complicado» que pueda volver a conducir

L'accident mortal va tenir lloc en aquest tram de la C-65 al seu pas pel terme municipal de Fornells de la Selva.

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El juzgado ha dejado en libertad provisional el conductor reincidente que, yendo bebido y con el carné retirado, mató a una chica en un choque frontal en Fornells de la Selva, Gironès. El auto resuelve que Francisco Javier Medina puede salir de la prisión, donde lleva más de un año, pagando una fianza de 5.000 euros. El juzgado sostiene que no hay riesgo de fuga ni de reincidencia, porque quedó malherido, «sufre lesiones que le obligan a ir con muletas» y es «complicado» que pueda volver a conducir. Medina se enfrenta a una pena de hasta 8 años y medio de prisión, que le pide la acusación particular, por homicidio imprudente, conducción temeraria e ir bajo los efectos del alcohol y las drogas.

La acusación también solicita que se le retire el carné durante 10 años y que tenga que pagar una indemnización de más de 300.000 euros. El fiscal, por su parte, reclama una pena de 4 años de prisión y que no pueda conducir ningún vehículo durante 6 años. El accidente mortal que Medina provocó tuvo lugar la noche del 29 de enero del año pasado.

La embestida frontal, que provocó la muerte a una joven de 25 años, pasó cerca de la entrada de Girona por la C-65. Aquella noche, Francisco Javier Medina –a quién ya habían condenado por conducción temeraria- iba borracho, drogado y tenía el permiso retirado. De hecho, los Mossos d'Esquadra le habían quitado el carné aquella misma tarde, porque huyó después de provocar otro accidente en Llagostera.

Medina ingresó en prisión el 20 de mayo del año pasado. Antes, había estado semanas ingresado a raíz de las heridas que sufrió por el choque mortal que él mismo provocó. En verano, la Audiencia de Girona denegó la petición de su defensa de dejarlo en libertad provisional. Pero ahora, el Juzgado Instrucción Número 1 de Girona, que es quien se hace cargo del caso, ha aceptado la medida. Eso sí, le impone una fianza de 5.000 euros y le obliga a comparecer cada quince días en el juzgado.

El auto, que firma el magistrado Manuel Ignacio Marcello, concluye que no hay riesgo que Medina se evada si se lo deja en libertad porque tiene «arraigo personal, familiar y social» en el territorio. Pero allí donde la resolución entra más a fondo, a la hora de decidir si el conductor puede salir de la prisión, es en determinar si puede volver a reincidir.

«Es difícil que el investigado vuelva a conducir un vehículo en motor, porque a consecuencia del accidente sufrió lesiones que le obligan a caminar con muletas», recoge el escrito. Y añade: «Si bien no es imposible que conduzca, la limitación física lo hace complicado».

Además, el juzgado también recuerda que Medina lleva más de un año sometiéndose a un tratamiento de desintoxicación. «A día de hoy se puede presuponer que el investigado no consume bebidas alcohólicas en exceso, pues durante este año y pico que ha estado internado, no ha consumido sustancias estupefacientes», recoge el auto (haciéndose eco de los informes médicos).

Una retahíla de temeridades

El juzgado ya ha cerrado la instrucción de la embestida mortal y ahora, después de recibir los escritos de las partes, queda pendiente fijar fecha de juicio. Tanto los escritos del fiscal como el de la acusación particular, sin embargo, dejan claro que el 29 de enero del año pasado Medina cometió una retahíla de delitos en el volante.

Aquella tarde, el infractor reincidente ya iba bebido y provocó un accidente en Llagostera. Después de chocar contra un coche en la C-65, Medina huyó. Los Mossos d'Esquadra lo localizaron en el interior de Sant Feliu de Guíxols, Baix Empordà, donde el conductor protagonizó una persecución por varias calles.

Medina fue trasladado a la comisaría de la Policía Local y allí, los agentes le hicieron una prueba de alcoholemia. Marcó 0,62 mg/l (excediendo, pues, el límite penal). La policía le retiró el carné y le prohibieron volver a coger el coche. Un amigo lo fue a recoger, a él y a su coche, y se lo llevó.

A 150 kilómetros por hora

Aunque la policía se lo había prohibido expresamente, poco después Medina volvió a conducir. Hacia las diez de la noche, volvió a coger su Alfa Romeo y enfiló hacia Girona. El fiscal subraya que, además de ir bebido, había ingerido «anfetaminas» y otras drogas.

Tanto el ministerio público como la acusación particular recogen en sus escritos que, durante el trayecto, Medina condujo «a gran velocidad, sin respetar las distancias de seguridad con los otros vehículos, avanzando en continua y haciendo continuos golpes de volante para avanzar» los otros coches. Cuando se acercaba a Girona, el acusado aceleró hasta 150 kilómetros por hora (cuándo no podía ir además de 100).

El fiscal recopilaque, entre otros, eso provocó que al kilómetro 29,2 de la C-65 Medina «perdiera el control del vehículo», invadiera el sentido contrario y embistiera frontalmente el otro coche (que conducía la víctima mortal). Cuando ingresó en el hospital, se le hicieron pruebas que confirmaron la ingesta de alcohol y drogas. Según indica el fiscal, los resultados permiten inferir que, en el momento del accidente, la presencia de alcohol en sangre que tenía Medina era de 0,41 mg/l.

Homicidio imprudente

El fiscal y la acusación particular imputan al acusado un delito de homicidio imprudente, uno de conducción temeraria (este, con el agravante de reincidencia) y un tercero de conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas. Pide que se le condene a 4 años de prisión y que, además de perder el carné, no pueda ponerse al volante de ningún vehículo durante 6 años. En materia de responsabilidad civil, el fiscal solicita que Medina tenga que pagar una indemnización de 306.812,46 euros a los familiares de la víctima.

La acusación particular, por su parte, eleva la petición de pena de prisión a 8 años y medio. Pide también que Medina no pueda conducir durante 10 años y que el acusado tenga que pagar una indemnización de 303.987,46 euros.

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