Younes Abouyaaqoub huyó de las Ramblas andando hasta la Zona Universitaria, donde apuñaló a Pau Pérez

El conductor de la furgoneta de las Ramblas de Barcelona, Younes Abouyaaqoub, huyó de las Ramblas caminando, pasando por el Mercado de la Boqueria, hasta llegar a la Zona Universitaria, donde habría apuñalado a Pau Pérez, el propietario del Ford Focus localizado delante del edificio Walden, en Sant Just Desvern. El joven de 34 años, pues, es considerado una víctima más de los atentados perpetrados en Barcelona y Cambrils, de manera que el balance se eleva a 15, todas ya identificadas. Los Mossos piden ahora la colaboración ciudadana para localizar al terrorista fugitivo, que consideran que es «peligroso» y que «podría ir armado». El conseller de Interior, Joaquim Forn, el conseller de Justicia, Carles Mundó y el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, han explicado los últimos avances en la investigación sobre el doble atentado de Barcelona y Cambrils.

Menos de cuatro días después del atentado en la Rambla, los Mossos han podido aclarar una de las principales incógnitas: la identidad del conductor de la furgoneta asesina. Ahora falta localizarlo y, además, terminar de confirmar que el eximam de Ripoll es uno de los dos muertos en la casa de Alcanar, que se podría hacer en las próximas horas o días. La localización del fugitivo, que no se descarta que haya podido salir del estado, dependerá en parte de la colaboración ciudadana, a quien se ha hecho un llamamiento para que pueda dar información sobre el pasado del joven marroquí de 22 años y vecino de Ripoll, como por ejemplo, qué lugares frecuentaba o con quien se veía.

Para llegar a confirmar la identidad del conductor y que coincide con la del fugitivo, los Mossos se han basado en varios tipos de pruebas: han encontrado restos biológicos iguales a la furgoneta y al Ford Focus robado a la Diagonal y encontrado en Sant Just Desvern ; hay documentación del joven relacionada con el alquiler del vehículo el día antes; y aparece en cámaras de seguridad del mercado de la Boqueria poco después del atropello masivo, además de ser reconocido por algún testigo en este trayecto entre la Boqueria y la Diagonal.

Así, Trapero ha explicado que el joven Younes salió del vehículo poco antes de las 17 horas, donde viajaba solo, cruzó la Rambla, entró en la Boqueria, salió por detrás, y, caminando y pasando por la calle Nicaragua ya unos 100 metros del Camp Nou, llegó entre las 18.10 y las 18.20 horas en la zona universitaria, donde asaltó Pau Pérez, que estaba aparcando su Ford Focus en uno de los aparcamientos para estudiantes universitarios.

Lo apuñaló mortalmente, lo dejó en el asiento trasero y cogió el turismo. A la salida por la Diagonal, a la altura de la sede central del RACC, casi tocando en Esplugues, se saltó un control policial, donde aceleró y arrolló a la pierna una sargento del cuerpo. Otros mossos dispararon pero no lo pudieron detener. Poco después llegó en Sant Just Desvern, frente al edificio Walden, donde abandonó el coche y el cadáver de Pau Pérez. Allí, hacia las 7 de la tarde, los Mossos le perdieron la pista y encontraron el cuerpo de Pérez en el asiento trasero y junto a una mochila. Inicialmente los agentes pensaban que estaba muerto por los disparos efectuados en la Diagonal, pero cuando los Tedax descartaron que hubiera explosivos, los forenses comprobaron que Pérez no tenía heridas de bala sino de arma blanca.

Trapero ha dicho que desconoce si la furgoneta de la Rambla se detuvo debido a la activación del airbag. Lo que sí ha afirmado con rotundidad es que Younes no usó el Audi A3 para huir de Sant Just Desvern. De hecho, dijo que el Audi A3 de Cambrils no pasó por Barcelona e hizo «movimientos incompatibles» con el recorrido del Younes con la furgoneta.

Sobre el eximam de Ripoll, los investigadores consideran que con casi total seguridad murió en la explosión de Alcanar de la noche del miércoles al jueves. Entre los escombros de la casa, se han encontrado restos humanos de dos personas diferentes. Además, varios testigos ubican el imán en la casa y alguno de los detenidos también lo han declarado a la policia.

En este punto, Trapero ha mostrado un punto indignado por ciertas especulaciones sobre el hecho de que los Mossos no detectaran antes que la casa de Alcanar era un nido de terroristas. De hecho, dijo que no tenían ninguna denuncia que se estuvieran almacenando más de un centenar de bombonas de gas butano y propano. Así, lamentó que «es jugar sucio, engañar a la ciudadanía y vender humo» utilizar las conclusiones extraídas ahora para intentar culpar a los Mossos del retraso en la investigación. «No se encontraron las 120 bombonas cuando entraron los agentes después de la primera explosión, sino unas pocas, y primero se preocuparon de la seguridad, como todo buen policía», dijo. De hecho, se encontró acetona, que sirve para fabricar explosivos, pero también para elaborar drogas, lo que hizo sospechar de un laboratorio de estupefacientes.

Lo que sí se ha encontrado durante el desescombro minucioso, que puede durar «semanas», han sido detonadores y material electrónico relacionado con explosivos, pero Trapero ha asegurado que la segunda explosión, que tuvo lugar casi simultáneamente al atropello de la Rambla, fue fortuita y no estaba programada.

De los terroristas muertos, Trapero no ha confirma que hayan dejado ningún mensaje de despedida y también ha recordado que en dos semanas se podrá saber si habían consumido tóxicos. También ha reconocido que algunos de los detenidos podría haber obtenido dinero a través de la venta en el mercado negro de joyas y metales robados.

Los cuatro detenidos, tres en Ripoll y uno en Alcanar, herido en la explosión de la casa, están siendo trasladados este lunes por la Guardia Civil en Madrid, donde probablemente declararán este martes ante el juez de la Audiencia Nacional española Fernando Andreu. De momento los Mossos siguen considerando que la célula estaba formada por 12 individuos, aunque no se descartan más detenciones, y Trapero ha admitido que algunos de los detenidos han aportado información «relevante» aunque no ha querido decir si eran de «arrepentimiento». Justamente entre este domingo y lunes los Mossos han encontrado varios vehículos más relacionados con los terroristas en Alcanar y Sant Carles de la Ràpita, y ya los han trasladado a la sede central de Egara para ser analizados a fondo.

Sobre las posibles conexiones internacionales de los sospechosos, Trapero no ha querido informar porque primero quiere confirmarlo con los cuerpos policiales pertinentes. Ni él ni el consejero Mundó han confirmado si el imán había mantenido contactos con implicados en los atentados del 11-M, pero negaron que los Mossos supieran nada y han asegurado que en ningún caso los contactos se hicieran en cárceles catalanas, sino que habrían estado en la cárcel de Castellón, donde el imán estuvo encarcelado entre 2010 y 2014 por tráfico de drogas.

Todas las víctimas ya están identificadas

El consejero de Justicia, Carles Mundó, explicó que las 15 víctimas, incluido Pablo Pérez, ya han sido plenamente identificados. En total son siete mujeres y ocho hombres, dos de ellos menores. Hay seis personas de nacionalidad española, una de las cuales tiene doble nacionalidad argentina, tres italianas, dos portuguesas, una belga, una estadounidense, una canadiense y una australiana-británica, el niño de siete años que inicialmente se daba por desaparecido . De los españoles, hay una mujer de Zaragoza que murió en Cambrils, y cinco con residencia en Cataluña: dos de Rubí, tío-abuelo y niño, una de Barcelona, una de Sant Hipòlit de Voltregà y el de Vilafranca del Penedès. Nueve de las víctimas ya han sido entregadas a sus familias y el resto lo serán en las próximas horas o días.

Mundó explicó que diez de los cuerpos han sido identificados a través de las huellas dactilares y cinco por ADN. En total, 250 trabajadores de la Consejería de Justicia han trabajado en la identificación: unos 110 forenses, 40 técnicos forenses y 100 profesionales más entre psicólogos, traductores y administrativos.