Las conexiones internacionales de la célula, la segunda fase de la investigación

La Audiencia Nacional ha encargado al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo (CITCO), dependiente del Ministerio del Interior, la segunda fase de la investigación de los atentados en Cataluña, en medio de la polémica por las dudas sobre el seguimiento policial al imán que lideró la célula. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que dirige la investigación de los atentados de Barcelona y Cambrils, se ha reunido este jueves con responsables de los Mossos d'Esquadra, la Guardia Civil y la Policía Nacional para coordinar los próximos pasos de la investigación, que se centra ahora en las conexiones internacionales de la célula terrorista, dada por desarticulada.

Finalizada la primera fase de la investigación, con la identificación de los autores de los atentados y la detención de cuatro personas, el CITCO -del cual forman parte entre otros Guardia Civil, Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra- coordinará el segundo estadio de las indagaciones, que intenta aclarar posibles apoyos de los terroristas en países como Bélgica, Francia y Marruecos. Los investigadores tienen constancia de que el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, presunto cerebro de la célula y clave en el adoctrinamiento del resto de terroristas, viajó en el 2016 a la localidad belga de Vilvoorde para pedir trabajo en la mezquita, aunque la comunidad musulmana no lo admitió por las dudas que despertó su perfil.

Ante estas reticencias, un policía del ámbito de proximidad de Vilvoorde envió en enero del 2016 un correo electrónico a un mando del área de Información de los Mossos d'Esquadra, el cual había conocido en unas jornadas meses antes, para pedirle que hiciera una búsqueda sobre Es Satty. «Quería pedirte si está la posibilidad de hacer una búsqueda sobre una persona que quiere trabajar aquí, en Vilvoorde, como imán. En el fichero adjunto encontrarás su identidad. Sé que se está planteando ir a Barcelona en febrero y que está casado allí. ¡Cuanta más información puedas compartir sobre este individuo, mejor!», indicaba el policía belga en su mensaje.

El policía belga, que se dirigió al correo electrónico personal del mosso, concluía su petición de información de forma informal, con una afectuoso despido: «Espero tener noticias tuyas muy pronto. 'Muchos gracias senior ;-)' (sic). Saludos».

A raíz de la polémica originada por la consulta de la policía belga, el conseller de Interior, Joaquim Forn, ha insistido en que se trató de una petición de información «absolutamente informal», sin que se alertara de que Es Satty fuera peligroso, ya que, ha recalcado, los Mossos no pueden mantener «relación directa con policías de fuera (de España)», si no es a través del Ministerio. Visiblemente molesto, el conseller ha lamentado en rueda de prensa que, en un momento en el cual Estado Islámico ha amenazado España en un vídeo, después de los atentados de la semana pasada en Barcelona y Cambrils, la «preocupación» de algunos medios sea, según su opinión, «ensuciar» y «desacreditar» la labor de los Mossos.

El viaje de París del 11 y el 12 de agosto

Otra de las líneas de investigación internacionales se centra en el viaje relámpago que los terroristas hicieron en la región de París entre los días 11 y 12 de agosto, con el cual la policía sospecha que la célula podría intentar conseguir detonadores para sus explosivos, un artificio que no es fácil de fabricar de forma casera y que resulta necesario para activar las bombas.

Los terroristas habían almacenado en la casa de Alcanar 500 litros de acetona, agua oxigenada y bicarbonato para montar los explosivos, materiales que pueden comprarse en comercios y mezclarse de forma casera, mientras que fabricar detonadores de forma artesanal implica más complicaciones. De hecho, en los otros atentados que el Daesh ha perpetrado en Europa se utilizaron detonadores robados de pedreras o de instalaciones militares, según han detallado a Efe fuentes militares y policiales.

Con el material que tenían, los terroristas podrían haber fabricado entre 100 y 150 kilos de explosivos de TATP, conocido como «la madre de Satan» y que suele ser el utilizado por Daesh en sus atentados en Europa.

Por otra parte, el juez Fernando Andreu ha dejado en libertad Salah El Karib, uno de los cuatro detenidos después de los atentados de Cataluña y responsable del locutorio donde miembros de la célula compraron billetes de avión, aunque no se ha determinado si se adquirió alguno para el imán de Ripoll. Andreu ha decidido dejarlo en libertad provisional después de haber prorrogado su detención 72 horas, hasta que se aclarara su participación en los hechos con la práctica de más diligencias. En el acto de libertad, el magistrado asegura que no se ha constatado su relación con los integrantes de la célula terrorista y le impone como medidas cautelares la obligación de comparecer todos los lunes delante el juzgado, fijación de domicilio y prohibición de salir del territorio nacional, por lo que tendrá que entregar el pasaporte.