Declara por segunda vez ante el juez el terrorista superviviente de Alcanar
El juez que investiga los ataques, Fernando Andreu, quiere aclarar algunos aspectos de la investigación
Mohammad Houli Chemlal, el único superviviente en la explosión del chalet de Alcanar que usaba la célula terrorista de los atentados en Cataluña, ha declarado este viernes por segunda vez ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga los ataques, Fernando Andreu. De este modo, Houli ha sido trasladado desde la prisión a la sede de la Audiencia Nacional para declarar una vez más y aclarar algunos aspectos de la investigación, cuyo secreto de sumario ha prorrogado este mismo viernes el juez Andreu durante un mes más.
Houli fue quien el pasado 22 de agosto confesó ante el juez los planes para atentar de la célula, que llevaron a cabo los ataques en la Rambla de Barcelona y en Cambrils, y que causaron 16 muertos y más de un centenar de heridos. Así, explicó que la célula estaba esperando que se secaran los explosivos que estaban fabricando en la casa de Alcanar con los 500 litros de acetona que habían comprado al principio de mes, para cometer un ataque de gran envergadura en monumentos e iglesias de Barcelona, entre ellas la Sagrada Familia.
Houli, que ingresó en la prisión preventiva después de prestar declaración ante el juez, explicó que los otros miembros de la célula lo habían informado de que todavía no estaban a punto para los ataques, porque tenían que secar los explosivos. Su propósito era, posteriormente, trasladar los explosivos en furgonetas para hacerlos detonar en varias iglesias de Barcelona, entre las cuales mencionaron la Sagrada Familia por ser el monumento más conocido de la capital catalana.
Según describen los expertos, el explosivo que fabricaban en Alcanar, triperóxido de triacetona (TATP), se puede dejar secar durante unas horas para convertirlo en polvo y hacerlo más potente, pero también más inestable. Una vez se seca, se tiene que utilizar las semanas siguientes, ya que va perdiendo fuerza. El TATP, conocido como 'la madre de Satan' y muy usado por el Estado Islámico, se puede fabricar con materiales relativamente accesibles, como ácido sulfúrico, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y acetona. De hecho, los terroristas compraron entre los días 1 y 2 de agosto 500 litros de acetona, con la cual podrían haber fabricado entre 100 y 150 kilos de TATP, y en este caso explotó cuando lo manipulaban a causa del calor.