Ocho premios Nobel de la Paz reclaman 'mediación y negociación' entre Cataluña y España

Ocho premios Nobel de la Paz reclaman «mediación y negociación» entre Cataluña y España para conseguir una «solución pacífica». La Iniciativa Mujeres con Nobel ha impulsado una carta que advierte que «ninguna parte está libre de errores» pero ahora hacen falta «mediación y negociación hacia una solución pacífica del punto muerto actual». Entre las firmantes de la carta está el activista antiminas Jody Williams, el activista de Irlanda del Norte Mairead Maguire, la guatemalteca Rigoberta Menchu o la iraní Shirin Ebadi. El documento llega después de que la ONG presidida por Kofi Annan, The Elders, también reclamara el domingo diálogo y una solución pacífica por Cataluña.

Las ocho premio Nobel constatan que el proceso no ha empezado con el referéndum del 1-O, sino «hace siete años» con la «invalidación» del estatuto de autonomía del 2010 que hizo el Tribunal Constitucional después de pasar el trámite del Congreso de los Diputados.

También afirman que, desde entonces, el gobierno estatal ha hecho «poco» por dirigir «de manera adecuada» la cuestión, y lamentan, aparte, «las medidas extremas y de poca ayuda» que han surgido desde Madrid «en respuesta al referéndum».

«Las escenas de brutalidad policial, violencia y la utilización de balas de goma contra el pueblo de Cataluña el 1 de octubre no son de ninguna manera lo que habríamos podido esperar en la España de hoy. Nos hemos unido a líderes por todo el mundo en la condena del uso de la fuerza en Cataluña». Y aunque consideran que las disculpas del gobierno español por la violencia «un paso en la buena dirección», opinan que hay que hacer «mucho más», a la vez que indican que «queda poco tiempo».

Las Nobel de la Pau evitan posicionar sobre asuntos constitucional, pero consideran que las «democracias maduras encuentran vías para permitir la libertad de expresión». En este sentido recuerdan que otras naciones lo han hecho permitiendo «referéndums separatistas», y citan como ejemplos el caso del de Escocia o el del Quebec.

También recuerdan que en ambos casos se votó ‘No’, y que las dos áreas siguen formando parte de los estados de los cuales se querían separar. Por eso opinan que las respuestas «violentas» de un gobierno estatal para intentar coartar la libertad de expresión de la ciudadanía sólo sirven para «aumentar las hostilidades y crear desafección».