Dos años de cárcel para un padre que provocó una parálisis cerebral a su hijo

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a dos años de prisión a un padre que provocó parálisis cerebral a un bebé después de sacudirlo en varias ocasiones. El tribunal le atribuye un delito de lesiones por imprudencia grave e impone una indemnización de 380.000 euros al niño.

La sala considera probado que el acusado, natural de Nigeria y de 20 años, se dedicaba a cuidar de su hijo en su domicilio de Valencia mientras la madre trabajaba. El menor nació el año 2003 con un índice Apgar de 10/10/10, sin incidencia prenatal ni neonatal. El 18 de marzo de este año, el bebé requirió asistencia médica hospitalaria y estuvo hospitalizado tres días por fiebre.

No obstante, según la sala, entre el 21 de marzo y el 12 de abril, el niño fue sometido por su padre a «una o varias sacudidas muy enérgicas», sin ser consciente de que de esta manera podía poner fin a la vida de su hijo o causarle lesiones neurológicas muy importantes.

El niño ingresó en el hospital el 12 de abril con una crisis neurológica, hemorragia, fractura craneal y un shock hipovolémico compatible con la denominada 'síndrome de la sacudida'. Como consecuencia de estas sacudidas, a los 20 meses presentaba parálisis cerebral y retraso del desarrollo motor.

Para la sala, en este caso ha quedado acreditado «más allá de toda duda razonable» que el acusado «golpeó produciéndose de esta manera una brusca sacudida del cráneo del bebé, al menos en una ocasión, como consecuencia de no adoptar las más elementales reglas de cuidado con el fin de prevenir los golpes en la cabeza (...), no consciente de que de esta forma podía causarle unas lesiones neurológicas muy importantes».

Las pruebas realizadas durante el juicio comprenden las declaraciones de los médicos que lo atendieron y psicólogos. Su pediatra habitual relató durante el juicio que nunca observó nada extraño en los padres ni en el niño y que sólo se explicaba lo ocurrido por un «desgraciado accidente». La madre, por su parte, declaró que su pareja le había relatado dos episodios concretos, uno en el cual el menor había caído de la cama cuando lo estaba vistiendo y otro en el cual se había golpeado con la puerta del lavabo.