El 'segundo violador del Eixample' de Barcelona sale de la prisión

Lo segundo violador del Eixample , Alejandro Martínez Singul, ha abandonado este jueves el centro penitenciario de Barros 1, según han confirmado fuentes judiciales. Martínez Singul ha quedado en libertad después de haber cumplido íntegramente la última pena de internamiento en un centro penitenciario que tenía impuesta. A partir de ahora, los Mossos d'Esquadra le harán un seguimiento no invasivo, tal como le ha pedido la fiscalía. Elsegundo violador del Eixample ha seguido un programa de intervención para agresiones sexuales y ha iniciado el tratamiento farmacológico de inhibición sexual. Los técnicos penitenciarías afirman que Singul no está del todo rehabilitado pero que su perfil delictivo se ha rebajado notablemente.

Este martes se hizo público que Martínez Singul saldría de la prisión este jueves después de cumplir la última condena que tenía impuesta. El segundo violador del Eixample ha salido en libertad después de haberse sometido a un tratamiento psicoterapéutico al cual se había negado en anteriores estancias en la prisión. Se trata de un programa que pretende influir en los factores que generan la hostilidad al individuo y sus actitudes respecto mujeres y/o niños. Aunque habitualmente se hacen salidas al exterior cuando el programa ya está adelantado, Singul no había salido nunca de la prisión desde octubre del 2009.

Martínez Singul también se acogió a un tratamiento farmacológico de inhibición sexual, que es voluntario y que sirve para disminuir el deseo sexual. Ahora, una vez ha salido de la prisión, Martínez Singul podrá seguir este tratamiento si quiere. Los técnicos penitenciarios aseguran que el tratamiento ha ido relativamente bien, pero que no se puede considerar que Singul esté plenamente rehabilitado y menos todavía se puede afirmar que no volverá a reincidir.

La fiscalía ha pedido al Departamento de Interior que haga un seguimiento no invasivo del segundo violador del Eixample . El conseller de Interior, Ramon Espadaler, ha confirmado este jueves que la vigilancia no invasiva se ha empezado a hacer una vez Martínez Singul ha quedado en libertad. «Esta persona ha cumplido su condena, la policía hará lo que crea para garantizar que eso funciona bien y en cumplimiento de un mandato que emana de la fiscalía, y nada más», ha dicho Espadaler.

El conseller ha añadido que, en caso de que Martínez Singul salga de Cataluña, los Mossos d'Esquadra lo harán saber a otros cuerpos policiales, uno que ha asegurado que «entra dentro de la normalidad». «Esta persona es libre, puede ir donde le apetezca», ha recordado.

Alejandro Martínez fue condenado en 1992 a 65 años de prisión por cinco violaciones, cinco agresiones sexuales y cuatro intentos de agresión a menores de entre 9 y 17 años entre los años 1986 y 1991 en el barrio del Eixample. Salió en libertad en mayo del 2007, después de cumplir 16 años de pena y aquel junio cometió un delito de exhibición delante de una niña en una población próxima a Prada de Conflent, por el cual fue condenado a un año de prisión.

Un año después, ya en libertad, fue denunciado por un intento de agresión sexual en un tren en la estación de Arc de Triomf. La víctima lo identificó cuando los medios de comunicación reprodujeron su cara después de la detención de los Mossos por los hechos en la Catalunya Nord. Pero durante el juicio en abril del 2009 la víctima no lo reconoció y quedó absuelto.

Mientras esperaba sentencia, el mayo siguiente, fue arrestado otra vez por dos nuevos intentos de agresión a dos mujeres en el barrio que lo hizo famoso y fue condenado por un juzgado a dos años de prisión. Pero la Audiencia rebajó la pena a 200 euros de multa al considerar que no había habido intento de agresión, sino simplemente unas vejaciones injustas al masturbarse delante de las chicas.

En octubre del 2009, mientras era todavía en libertad esperando la resolución del recurso delante de la Audiencia, fue detenido otra vez, este golpe para obligar a una menor a inclinarse los pantalones en un ascensor de un bloque de pisos del Eixample. En junio del 2010 fue juzgado y condenado a tres años y nueve meses de prisión, aunque la fiscalía pedía siete años y ocho meses. Contando la prisión preventiva por estos hechos, la pena ya se ha cumplido integramente.