Judicial
Se enfrenta a 13 años de cárcel por haber violado a su hermana
La fiscal ha considerado como «esperable pero triste» la no declaración de la chica y ha recordado que la madre no quiso denunciar los hechos
La Audiencia de Girona ha juzgado a un joven de la Bisbal d'Empordà que se enfrenta a 13 años de prisión por haber violado a su hermana. Según recoge el escrito de acusación, los hechos tuvieron lugar a principios de abril del 2014 en un piso de la avenida Les Voltes, donde vivía la familia (que es de origen hondureño). Antes de agredir sexualmente a su hermana, de sólo 13 años, la fiscal sostiene que el procesado ya llevaba meses insinuándose. Durante el juicio en la Audiencia de Girona, los dos hermanos se han negado a declarar. El abogado de la defensa, Jordi Colomer, ha conseguido pero que el tribunal anulara la declaración de la adolescente y la exploración que se le hizo durante la instrucción (aquella en que incriminaba directamente a su hermano). Colomer también ha dirigido las sospechas hacia otro familiar, que sí que ha declarado al juicio, y que ha admitido haber enviado cartas con contenido obsceno al adolescente.
La agresión sexual que ha llegado este lunes a juicio habría tenido lugar en un piso de la avenida de Les Voltes de la Bisbal d'Empordà. Según el escrito de la fiscal, antes de llegar a violar a su hermana, el procesado le habría pedido tener contactos sexuales en cinco ocasiones desde diciembre del 2013. Y en todas ellas, la menor se negó repetidamente.
El ministerio público sitúa la agresión sexual a principios de abril del 2014. A su escrito, el fiscal sostiene que el acusado llevó a la hermana hasta su habitación «con agresividad» y cogiéndola por el hombro. Una vez allí, la lanzó encima de la cama, la desnudó y la penetró durante cinco minutos, hasta que sonó el timbre del domicilio.
El fiscal imputa al hermano un delito de agresión sexual. Le pide 13 años de prisión y que se pase 8 más en libertad vigilada. Además, solicita que indemnice el adolescente con 6.000 euros y que no pueda acercarse a menos de 200 metros ni comunicarse durante un plazo de 18 años.
Ninguno de ellos declara
Durante el juicio, ninguno de los dos hermanos –ni el acusado ni la supuesta víctima- han declarado. También se han acogido a su derecho a no hacerlo todo el resto de familiares excepto dos. Uno de ellos es el cuñado de la madre y, por lo tanto, tío de los dos hermanos. Hacia él está donde la defensa ha dirigido sus sospechas. El otro familiar es un tío, que también vive en el mismo bloque.
El tío, que tiene más de 50 años, ha reconocido ser el autor de dos cartas enviadas a la chica con insinuaciones sexuales donde le decía, entre otros, que «le quería lamer todo». Durante el juicio, este testigo ha asegurado que las escribió por presión de la chica, que quería tener cartas de este contenido.
Por otra parte, por lo qué hace al procesado, este testigo ha explicado cómo, durante una visita al domicilio, escuchó cómo el hermano le decía a la menor que se apresurara a hacerle una felación antes de que llegara alguien a casa. Sin embargo, el tío ha admitido que el acusado no amenazó en ningún momento a su hermana para que actuara como él quería.
El abogado de la defensa, Jordi Colomer Constanseu, cree que de haberse producido, este comentario sería «socialmente reprobable», pero en ningún caso constitutivo de delito.
Por su parte, la tía que vive en el mismo bloque ha señalado que la chica decía que sufría acoso por parte de un familiar, pero que «cambiaba» el nombre cada vez que le preguntaba. Esta tía, con quien ahora vive la víctima, fue quien encontró las cartas del cuñado de la madre y las entregó a la policía.
Parte de la instrucción, anulada
Aparte de señalar al otro familiar, la defensa también ha conseguido que el tribunal anulara parte de la instrucción del caso. Por una parte, la declaración judicial (porque allí no se la informó de que, si quería, podría no declarar en contra de su hermano). Y por la otra, la exploración que se le hizo a la menor, porque algunas de las respuestas que dio durante el examen estaban demasiado dirigidas por la jueza.
El abogado también cree que las cartas de proposiciones sexuales del testigo se tendrían que haber investigado más durante la instrucción ya que considera que fueron el desencadenante de la denuncia. El presidente del tribunal pero ha señalado que, en todo caso, haría falta una denuncia contra este hombre para abrir un nuevo caso al respecto.
Silencio familiar
El silencio de la familia se ha mantenido durante toda la instrucción. Así lo han admitido dos psicólogas que trataron con la víctima mientras se investigaba el caso. La madre habría empezado colaborando pero la hija habría confesado que la«presionaba» para que no explicara «nada» y dejara el tratamiento de «psicoterapia», según han dicho ante el juzgado.
La chica acabó dejando este tratamiento aunque, después de declarar ante el juez, volvió a pedir hora pero nunca se acabó presentando. Esta presión de su madre sería el motivo por el cual, según las psicólogas, no habría declarado durante el juicio de este lunes.
Durante la exploración, la chica «no habría parado de llorar» y mostraba una «ambivalencia» de sentimientos entre «una agresión sexual de un hermano con quien se portaba bien» y «el sentimiento de culpa» que ella tenía. La chica estaba «bloqueada» y «mal» mientras duró la exploración, según el testigo de las psicólogas durante el juicio.
La defensa cree que las acusaciones de presiones familiares para enterrar el caso no han quedado probadas. Por su parte, la fiscal ha considerado como «esperable pero triste» la no declaración de la chica y ha recordado que la madre no quiso denunciar los hechos. Unos hechos que, además, está «convencida» que fueron como relata a su escrito.