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Juzgan a un educador por abusar de tres niños mientras les hacía de canguro

Los niños tenían 3, 5 y 9 años cuando se destapó el caso el año 2015 y desde entonces el acusado está en prisión provisional

El educador durante la vista en que se le prorrogó la prisión provisional celebrada en la Audiencia de Gerona

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La Audiencia de Girona ha juzgado a un educador infantil que se enfrenta a 30 años de prisión por abusar de tres niños en Llívia, Cerdanya, mientras les hacía de canguro. Cuando se destapó el caso, a mediados del 2015, los niños tenían 3, 5 y 9 años. Estos dos últimos son hermanos y hacía semanas que conocían al procesado, Albert S., porque iba a su casa a dar clases de repaso. El fiscal sostiene que un día, volviendo de la piscina, el acusado les puso un vídeo pornográfico, les hizo tocamientos y les llegó a poner un palo de plástico en el ano. Además de la prisión, el fiscal reclama que Albert S. tenga que pagar una indemnización de 16.000 euros. Cuando los abusos trascendieron, el acusado iba como independiente a la lista de ERC a las municipales por Puigcerdà, donde ocupaba el número 12 de la candidatura.

El caso que se ha juzgado en la Audiencia de Girona se destapó en mayo del 2015. Fue entonces cuando los padres de los dos hermanos de 5 y 9 años denunciaron al educador infantil delante de los Mossos d'Esquadra. La policía detuvo a Albert S. y, desde entonces, se encuentra ingresado en prisión provisional.

Después de su detención, ERC lo apartó de la lista de manera fulminante. Ahora, Albert S. se enfrenta a una pena global de 30 años de prisión. Además de los dos hermanos, el fiscal lo acusa de haber abusado de otro niño, también de Llívia, que sólo tenía 3 años.

Durante el juicio, los niños han declarado a puerta cerrada. La madre de los dos hermanos ha explicado, sin embargo, que Albert S. les hacía clases de repaso desde el mes de febrero y que nunca se había quedado solo con ellos. Pero el día 8 de mayo, como los niños tenían fiesta en la escuela y ella tenía que ir a trabajar, pidió al acusado que le hiciera de canguro.

Vídeo pornográfico y abusos

Aunque aquel día la madre se negó a que Albert S. llevara a los niños a la piscina, al final el procesado se las ingenió para hacerlo. Según la madre, para poder verlos desnudos. A partir de aquí, la mujer ha relatado ante el tribunal aquello que le explicaron sus hijos.

Según ha dicho, cuándo volvieron a casa, el acusado les puso un vídeo pornográfico y abusó sexualmente de los dos hermanos. Entre otros, les hizo masajes en las partes íntimas y les introdujo un palo de plástico por el ano.

Por lo qué hace al niño de 3 años, su padre ha relatado que el educador les había hecho de canguro unas cuatro o cinco veces durante un mes. Y que fue cuando su hijo le preguntó si lamer las partes íntimas estaba «mal hecho» cuando saltaron las alarmas.

Relato creíble

Las psicólogas que se entrevistaron con los menores han dicho que el relato de los abusos que hacían los dos hermanos de 5 y 9 años era creíble. Y que aunque entre una y otra visita el relato podría tenía algunas diferencias, eso no lo invalidaba (porque dependiendo del momento, los niños tenían más frescos unos recuerdos que otros).

Por lo qué hace al niño de 3 años, sin embargo, las peritos no han sido tan categóricas. Han calificado su relato como «indeterminado» (sobre todo, teniendo en cuenta la edad prematura del niño).

Por otra parte, la defensa de Albert S. ha aportado un psicólogo que ha definido el acusado como una persona «ansiosa», «depresiva» y con un trastorno de la personalidad que le llevaba a actuar por impulso y no poder reprimirse. También ha dicho que, como cuando era pequeño el acusado había sufrido acoso en la escuela, eso hacía que tuviera un «bloqueo emocional».

Coaccionado a la instrucción

El procesado, por su parte, ha declarado al final del juicio. Y sólo ha respondido las preguntas de su abogada. Albert S. ha dicho que, aunque durante la instrucción del caso había admitido los abusos, lo hizo coaccionado porque le habían dicho que, si lo hacía, se le impondría la pena «mínima».

Durante su declaración, el acusado también ha explicado que mientras hacía clases de repaso a los dos hermanos, siempre había un adulto en la casa. Por último, ha precisado que si alguna vez tenía un día «de estrés», al día siguiente no recordaba «nada» del qué había hecho.

30 años de prisión

El fiscal pide que se condene Albert S. a 30 años de prisión por tres delitos de abuso sexual y dos más de agresión sexual con penetración. Todos ellos, a víctims de menos de 13 años. Además, por lo qué hace a los dos hermanos de 5 y 9 años, el ministerio público aplica al procesado una agravante de abuso de confianza (porque hacía meses que conocía a los dos niños, ya que les daba clases de repaso).

En materia de responsabilidad civil, la acusación pública solicita que el educador pague una indemnización de 16.000 euros. La defensa, por su parte, pide la absolución. De manera alternativa, sin embargo, en caso de que se lo condene, solicita al tribunal que tenga en cuenta tres atenuantes: dilaciones indebidas, alteración psíquica y reparación del daño (porque de los 250 euros mensuales que el acusado gana en la prisión, destina 100 a cubrir posibles indemnizaciones).

El caso, que se ha juzgado en la Sección Tercera de la Audiencia de Girona, ha quedado visto para sentencia.

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