Judicial
El acusado de agredir a un gay en la estación de Sitges admite los hechos pero niega que fuera por homofobia
La víctima fue golpeada en la cara con piedras y patadas y cayó a la vía del tren
El acusado de agredir brutalmente a un hombre gay en la estación de tren de Sitges en octubre del 2016 ha admitido este miércoles buena parte de los hechos, pero ha negado que la motivación de la agresión fuera la homofobia. El hombre se enfrenta a más de 13 años y medio de cárcel, mientras que el otro joven agresor ya fue condenado por un juzgado de menores. La víctima fue golpeada en la cara con piedras de la vía y con una patada, cosa que lo dejó aturdido y lo hizo caer a la vía del tren.
Según las acusaciones, tres jóvenes marroquíes vieron a la víctima en el exterior de un bar de ambiente gay de Sitges aquella noche del 1 de octubre. Se lo miraban y se reían de él. El hombre entró en el bar, pero horas después, cuando salió para dirigirse a la estación pensante que habría vigilantes de seguridad, los sospechosos lo habrían seguido, cosa que ellos han negado. Ya en el andén, la víctima estaba sentada en un banco y dos de los chicos se sentaron a cada lado. El tercero se quedó fuera de la estación.
Según ha explicado al tribunal el acusado, el menor de edad discutió con la víctima, sin saber mucho el motivo. El menor ha explicado que la víctima, bebida y medio dormida, se levantó y empezó a insultarlo. Ha relatado que pensaba que lo iba a agredir, ya que lo amenazaba con puñetazos en el aire y por eso habría intentado apartarse y defenderse. Según este menor, él y el acusado lo agredieron con piedras, pero no con patadas, y en ningún momento lo insultaron por su condición sexual.
El acusado ha explicado que él no discutió con la víctima, pero cuando vio que la discusión con su amigo menor de edad subía de tono y que la víctima tenía una bolsa en la mano, bajó a las vías del tren, cogió unas piedras y las tiró. También le dio una patada en la cara. Eso provocó el aturdimiento de la víctima, que acabó cayendo a la vía del tren. El tercer amigo, fuera de la estación, entró y sacó de las vías a la víctima, un minuto antes que pasara el tren, y fue el momento que los dos implicados directos huyeron. Antes, sin embargo, se llevaron el teléfono móvil de la víctima y algún dinero. Fueron arrestados y encarcelados muchos pocos días después. En todo caso, ha negado que ninguno de los dos insultaran a la víctima por su homosexualidad.
En cambio, la víctima, entre llantos, ha explicado al tribunal que los agresores le llamaban 'maricón' y que lo matarían a pedradas cómo se hace en Marruecos. El hombre estuvo ingresado tres días en el hospital con pronóstico grave.
Un joven que estaba en la estación y vio la agresión ha identificado al acusado y ha explicado que la agresión fue demasiado fuerte para cometer un simple robo. Las imágenes de las cámaras de seguridad también dejan en evidencia al acusado, según los Mossos, ya que en ningún momento se ve a la víctima intentar agredir a nadie, sino que estaba sentada. «Fueron a por él», ha dicho.
Por todo eso, la fiscalía pide 13 años y medio de prisión para el acusado, por un delito de intento de homicidio y otro de robo con violencia con uso de instrumento peligroso, los dos con el agravante de motivación por orientación sexual de la víctima, a más de seis años más de alejamiento respecto de la víctima. El ministerio público también pide 2.110 euros por las lesiones, 2.285 por las secuelas, y 6.000 euros por los daños morales. La acusación particular y la popular, ejercida por el Ayuntamiento de Sitges, piden penas un poco superiores por el agravante de superioridad. La defensa pide tres años y medio de prisión por un delito de lesiones a su cliente.