El abogado de Ponsatí ve «errores graves» en la euroorden y dice que será «clave» determinar que es una «persecución política»
Aamer Anwar afirma que hasta hoy día no hay ninguna prueba de la conexión entre su cliente y la violencia de que se le acusa
El abogado de Clara Ponsatí, el británico Aamer Anwar, asegura al ACN que hay «dificultades y errores» en la euroorden dictada por el Supremo contra su cliente. Según explica, hay «errores graves» en términos de precisión que «potencialmente, podría argumentarse, tendrían que hacer caer la petición» de extraditar Ponsatí en España. Problemas con las fechas, los delitos marcados en el orden de detención europea o las conexiones que se hacen entre la consellera de Enseñanza destituida y la violencia el día del referéndum son algunos de los puntos que menciona. «La cuestión es como se relaciona a Ponsatí con la violencia. ¿Cuál es la conexión con la violencia del 1-O? Hasta el día de hoy no hemos visto ninguna», mantiene en una entrevista con el ACN. Además, asegura que en Escocia el crimen de rebelión con violencia no existe y que el de sedición fue abolido hace muchos años. Por otra parte, una de las «claves» de la estrategia de defensa, dice, será demostrar que su cliente está delante «de una persecución política» y plantear si las penas a las cuales puede hacer frente son «proporcionadas y razonables» cuándo suman hasta 35 años de prisión. Para Anwar el sistema judicial español es «independiente e imparcial» excepto cuando se trata de Cataluña. En este sentido, el equipo de defensa pondrá sobre la mesa si el derecho a un juicio justo puede ser garantizado si Ponsatí es extraditada, una acción que implicaría según el abogado que fuera sometida a un trato «inhumano y degradante», ya que no ve «fiable» que las autoridades españolas garanticen su seguridad si es trasladada a una prisión en Madrid.
«Creemos que tenemos argumentos muy potentes para la actitud y las acciones del gobierno español, que un juicio justo no está garantizado en estos momentos», añade el rector de la Universidad de Glasgow. La cuestión, dice, es abordar si el poder judicial en España es «lo bastante independiente» del ejecutivo. «Hasta hoy, los comunicados y las declaraciones que han hecho tanto políticos como miembros de la justicia española han sido prejuicios», lamenta el abogado, que ve «preocupando» que incluso en algunos medios se considere «casi culpable» en Ponsatí aunque todavía no haya sido juzgada. Insiste, por lo tanto, el hecho en que aunque España es miembro firmante del Convenio Europeo de Derechos Humanos, la imparcialidad o independencia del sistema «desmonta» cuando a los tribunales españoles llega un asunto relacionado con el proceso catalán.
También en este sentido critica que si la justicia española fuera imparcial se haría referencia en algún punto a la violencia perpetrada por las fuerzas policiales el uno de octubre. Afirman que Ponsatí coordinó o incitó a la violencia en los puntos de votación y, por el contrario, no hablan de la violencia de la policía española. ¿Quién es el responsable»? pregunta de forma retórica.
Con todo, Anwar insiste en que el primer paso es ver si la ejecución de la euroorden se ha hecho «de manera correcta» y si el juez del Supremo, Pablo Llarena, ha seguido el proceso adecuadamente. El siguiente paso sería ver si hay delitos equiparables o comparables a Escocia a los delitos de que se acusa Ponsatí, procesada de que por rebelión y malversación de que.
Sobre el caso de Puigdemont, Anwar admite que es «un proceso difícil» aunque está convencido que sus abogados lucharán la extradición. «Alemania, en los últimos años, ha tenido la tradición de acoger personas que escapaban de la persecución política y sería muy vergonzoso que ahora se enviara Puigdemont en Madrid», señala.
Un caso único en el Reino Unido
En la entrevista, Anwar explica que no conocía Ponsatí y que si aceptó representarla es «simplemente por una razón de justicia». «No creo que en la memoria reciente hayamos tenido un país europeo actuando de esta manera tan brutal para aplastar un deseo independentista», expresa recordando que Escocia celebró un referéndum pactado y que transcurrió de forma pacífica. «En España la mejor manera habría sido dejar a los catalanes votar, escoger su propio destino y confiar en su decisión y no imponer desde encima de la voluntad del gobierno español», añade.
Que un político europeo haya sido acusado de rebelión y que pueda hacer frente apenas de hasta 35 años de prisión no ha pasado «nunca» en la historia del Reino Unido ni hay un caso «similar» a Escocia, recuerda el abogado británico, que remarca en todo momento que Ponsatí es una profesora de la Universidad de Saint Andrews que promovió «de manera pacífica la celebración de un referéndum». «Haciendo un paralelismo, si aquí Nicola Sturgeon sacara adelante un referéndum mañana sin el permiso del Reino Unido y Theresa May ordenara la detención de Sturgeon y que pudiera hacer frente a 35 años, todo el mundo pensaría que es una locura y que no es ni razonable ni proporcionado», expone.
El caso de Ponsatí, bajo el escrutinio de Escocia
Preguntado por como ve a su cliente, Anwar asegura que con el paso de los días está «más decidida, determinada y resolutiva» y que están dispuestos a luchar «hasta el final». Además, afirma, está «agobiada» por el apoyo recibido a Escocia, Cataluña pero también en el Reino Unido, España y Europa, si bien también está «impactada» por la situación.
«El apoyo ha sido masivo pero esta historia es la de David contra Goliat; el gobierno español tiene recursos ilimitados y como despacho de abogados tenemos que luchar hasta el final», dice haciendo un llamamiento a seguir recaudando «todos los recursos posibles» para seguir montando un equipo de abogados, también en Cataluña y en Londres, para luchar la extradición hasta el final. «Es un caso difícil pero confiamos en que podemos ganar», concluye.
«Quizás, si en el pasado no hubiera habido un referéndum en Escocia, no habría tanto de seguimiento, pero el caso de Ponsatí está ahora en el punto de mira y eso quiere decir también que se bajo el escrutinio público», dice el abogado. Aunque es «consciente» del gran apoyo que ha recibido a su cliente en Escocia y la «simpatía» expresada por el mismo gobierno, Anwar remarca que eso no puede «interferir» en ningún caso en la decisión, de que es en manos de la justicia.
El papel de Europa
El letrado británico lamenta el papel de Europa, sobre todo, después de la violencia del 1-O y ve «triste» que la mayoría de los países europeos -incluyendo el Reino Unido- no se expresaran claramente en contra. En este sentido, recuerda que «intentar criminalizar el derecho de las personas a la autodeterminación entra en conflicto con la ley internacional». «Tendríamos que estar criticándolo y diciendo que se equivocan, incluso dijeron que habían conseguido 'decapitar' a un gobierno y eso no es un lenguaje propio duna democracia civilizada». Según él, forzar que político tengan que exiliarse o enviarlos a la prisión es enviar un mensaje a la ciudadanía: «si podemos hacer eso a vuestro gobierno, pensad qué podemos haceros a vosotros».