La andaluza María Jesús Montero, nueva ministra de Hacienda

La consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, será la nueva ministra de Hacienda del ejecutivo de Pedro Sánchez, según han conformado fuentes socialistas. Montero, persona muy próxima a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, sustituirá a Cristóbal Montoro como máxima responsable de las cuentas del ejecutivo español y tiene que resolver cuestiones pendientes como la articulación de la nueva financiación autonómica y la resolución de la intervención financiera de la Generalitat. Precisamente este lunes el vicepresidente y conseller de Economía de la Generalitat, Pere Aragonès, ya avanzó que reclamaría al nuevo ejecutivo de Sánchez que se levante toda la intervención sobre las cuentas del Gobierno, es decir, no sólo las medidas que han decaído con el 155, sino también los controles mensuales que se pusieron en marcha en el 2015 para evitar supuestamente que se destinaran dinero público al 1-O.

Montero (Sevila, 1966) ha coincidido en múltiples ocasiones con Aragonès y Oriol Junqueras en los Consejos de Política Fiscal y Financiera y hasta ahora había conducido las cuentas del gobierno de Susana Díaz con el reto de cuadrar los objetivos de déficit. Tiene una larga trayectoria en la administración socialista de Andalucía. Entre 2002 y 2004 fue viceconsejera de Salud, y entre 2004 y 2013 consejera de Salud, además de diputada en el Parlamento andaluz desde el 2008.

Su nombre completa de momento la cuota andaluza en el ejecutivo de Pedro Sánchez junto con la vicepresidenta y ministra de Igualdad Carmen Calvo. Las dos tomarán posesión en los próximos días y participarán ya en el primer consejo de ministros del ejecutivo de Sánchez, que tendrá lugar este viernes.

Montero tendrá que decidir ahora si mantiene los controles financieros que su predecesor, Cristóbal Montoro, impuso a la Generalitat de Catalunya en el 2015. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, afirmó este lunes que de momento estos controles seguirán activos y se levantarán sólo si se vuelve «a la normalidad» en Cataluña.