Judicial
Juzgan a un policía local acusado de abusar sexualmente de su hijastra de 3 años
Los profesionales dieron credibilidad al relato de la niña porque usaba palabras propias de su edad
La Audiencia de Girona ha juzgado este lunes al policía local que se enfrenta a 6 años de prisión por abusar sexualmente de la hijastra de 3 años al domicilio familiar de Vall-llobrega (Baix Empordà). El padre de la menor fue quien interpuso la denuncia en mayo del 2015 después de que la niña le explicara que su padrastro la despertaba de las siestas restregándole «la tita» por el cuerpo. Al juicio el acusado ha negado los hechos y atribuye la denuncia a la mala relación que tenían los padres de la pequeña, que en aquel momento se encontraban inmersos en la batalla judicial por la custodia de la menor. El procesado asegura que la madre de la niña no trabajaba y que, por eso, él no se quedaba a solas con la menor ni echaban juntos la siesta.
La fiscalía acusa al policía local de un delito continuado de abuso sexual a menor de 13 años y solicita inicialmente una pena de 6 años de prisión, 6 años de libertad vigilada y que no se pueda acercar a menos de 200 metros de la menor durante 7 años. Además, también pide que indemnice a la pequeña con 6.000 euros por los daños morales causados.
Según el relato de la acusación pública, el acusado convivía con la madre de la pequeña en Vall-llobrega. Con ellos vivía la menor, una hija más pequeña que tenían en común y, también y cuando lo fijaba el régimen de visitas, las hijas que tenía el procesado de una relación anterior.
«En varias ocasiones, y siempre aprovechando los momentos que estaba a solas con la menor, le bajaba los pantalones y la ropa interior y restregaba su miembro (al cual la menor se refiere como «la tita») sobre los genitales, llegando a eyacular sobre la menor,» expone la fiscalía a su escrito de acusación.
Fue el padre de la menor quien interpuso la denuncia a finales de mayo del 2015. Según ha explicado al juicio, un fin de semana la niña le explicó que su padrastro la despertaba de las siestas rozándole «la tita» por el cuerpo. «Enseguida llamamos al 112 para saber qué teníamos que hacer», ha detallado el padre que ha asegurado que la niña «lo soltó» de forma «espontánea». El padre, además, ha negado que tuviera ninguna intención de perjudicar al acusado. «Una cosa era la custodia y otra eso, para mí no tiene nada que ver», ha dicho.
A raíz de la denuncia, el equipo de asesoramiento técnico penal -formado por psicólogos- exploró a la niña. Los profesionales dieron credibilidad al relato de la niña porque hacía sevir palabras propias de su edad, como que el padrastro le limpiaba con «toallitas» un líquido «blanco». Durante el juicio han visionado las exploraciones de la menor, también una en la cual decía que era mentira que hubiera visto más al acusado después de que el juzgado de instrucción dictara una orden de alejamiento.
No se quedaba solo con la niña
El acusado ha negado los hechos. De hecho, ha relatado que trabajaba a la policía local de Sant Feliu de Guíxols cubriendo el turno de noche y casi nunca estaba a solas con la menor. «Alguna vez podía haber pasado pero no era habitual porque la madre no trabajaba», ha expuesto. En la misma línea, dice que no dormía la siesta con la pequeña ni tampoco utilizaban la palabra «tita» para referirse a los órganos sexuales masculinos. «En casa todo eran mujeres, no lo decíamos nunca», ha añadido.
El procesado sí que ha expuesto que los padres de la niña tenían mala relación y estaban inmersos en la batalla judicial por la custodia de la menor. «La relación no era buena, había amenazas e insultos», ha dicho.
También subraya que hubo malestar cuando la madre de la niña descubrió que la pequeña se bañaba con los hijos de la nueva pareja de su padre. En este contexto, afirma, sí que la menor dijo que mientras se duchaban jugaban «a la tita» y piensa que eso pudo causar confusión en la menor.
La madre de la menor también ha declarado al juicio para defender la inocencia del acusado aunque actualmente ya no son par. «Confío plenamente en él, sigo estando en su lado y siempre lo estaré», ha dicho. La madre también ha dicho que el acusado es una persona «muy cuidadosa» y nunca había bañado a la niña ni había dormido. «Por eso estaba yo en casa y no trabajaba», ha concluido.