Tráfico
El gobierno español apuesta por reducir la velocidad en las carreteras convencionales
El director general de Tráfico asegura que si España se quiere homologar a los países de referencia hay que aumentar el número de radares por habitante
El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha dicho este martes que para reducir la mortalidad en las carreteras hay que concentrar los esfuerzos en las vías convencionales, las que no son autopistas ni autovías, y sobre todo al reducir la velocidad en estas carreteras no desdobladas y con los sentidos de circulación separados. Según los datos de la DGT de este verano, el 76% de las víctimas murieron en carreteras convencionales, a pesar de concentran el 455 del tráfico, y de estas el 37% lo hicieron por salidas de vía, una causa muy vinculada al exceso de velocidad.
En la rueda de prensa de balance de la siniestralidad de este verano, Navarro ha explicado que «sin política es muy difícil bajar la accidentalidad». Por eso, considera que si España se quiere homologar a los países de referencia en seguridad vial, como el Reino Unido, Holanda o Francia, hay que aumentar el número de radares por habitante. Así, por ejemplo, Inglaterra y Gales tienen 7.200 radares, Francia casi 4.000 y España poco más de 900. Holanda, con mucha menos población, superficie y tráfico, tiene 852 radares. Con respecto a la velocidad máxima permitida en las vías secundarias, España es uno de los únicos seis países con el límite a 100 km/h, mientras que la inmensa mayoría lo tienen en 90, y países como Dinamarca, Francia, Holanda o Suecia lo sitúan a 80 km/h o menos.
En Cataluña, durante julio y agosto se han registrado 42 muertes, tres más que el verano pasado, y a todo el estado 259,34 más que en el 2017.