El Supremo vuelve a denegar la libertad de Forn a pesar del mal estado de salud de su madre

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha denegado una nueva petición de libertad del exconseller de Interior Joaquim Forn para entender que persiste el riesgo de reiteración delictiva y el peligro de fuga que llevaron al instructor de la causa contra los políticos independentistas, Pablo Llarena, a decretar la prisión provisional de Forn. El pasado 3 de agosto, el exconseller presentó un escrito en el cual solicitaba que se dejara sin efecto la medida cautelar de prisión o, si ocurre, su sustitución por otra medida más próxima a la libertad a causa del mal estado de salud de su madre. La fiscalía, la Abogacía del Estado y Vox como acusación popular, se opusieron, y los magistrados han ratificado la prisión preventiva.

En su auto, la sala indica que resuelve sin entrar a valorar la consistencia de los indicios sobre los cuales se funda el auto de procesamiento y que fueron proclamados por el instructor de la causa y confirmados por la Sala de Recursos. «La división funcional de esta Sala -órgano predeterminado por la ley- está concebida en garantía del derecho constitucional de los procesados a un tribunal imparcial. Nos permite mantener una consciente distancia respecto de los hechos que van a ser, a su día, objeto de enjuiciamiento. Nos preserva ante cualquier prejuicio y, lo que es más importante, convierte las pruebas que serán practicadas en el juicio oral en la única fuente valorativa sobre la cual construir el desenlace del presente juicio», subrayan los magistrados.

En el texto, rechaza la última solicitud de libertad porque «no han variado las circunstancias» que ya fueron ponderadas en anteriores resoluciones tanto por Llarena como por la Sala de Recursos para confirmar la prisión del exconseller de Interior. Añade que las alegaciones de la defensa no introducen ningún elemento que sugiera una modificación de los presupuestos sobre los cuales descansa la medida cautelar de prisión que afecta al procesado. Sobre la relativa al estado de salud de la madre de Forn, señala que «por más que haga comprensible la afectación emocional que late en el escrito presentado, no tiene virtualidad para dejar sin efecto la prisión preventiva acordada por el instructor».

Esta es la primera vez que se pronuncia la Sala de lo Penal después de que se haya cerrado la instrucción. Hasta ahora, siempre habían sido Llarena o la Sala de Apelaciones las que se habían pronunciado sobre peticiones de libertad.