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Puigdemont: «Estoy preparado para vivir encarcelado en España, si hace falta»

El líder de JxCat insiste en el libro 'La crisi catalana, una oportunitat per a Europa' que la solución al conflicto pasa por una mediación internacional que podría encabezar Donald Tusk

El libro de Carles Puigdemont 'La crisi catalana, una oportunitat per a Europa' (La Campana)

Puigdemont: «Estoy preparado para vivir encarcelado en España, si hace falta»

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«Estoy preparado para vivir encarcelado en España, si hace falta». Así de contundente se muestra el expresidente Carles Puigdemont a 'La crisi catalana, una oportunitat per a Europa' (La Campana), el libro que se ha publicado este martes a partir de unas conversaciones con el periodista político Olivier Mouton, del semanario belga 'Le Vif/L'Express'. El líder de JxCat matiza, sin embargo, que su encarcelamiento sería un «error» porque complicaría «todavía más» la posibilidad de encontrar una «solución política». Puigdemont insiste en el libro en que la solución del conflicto entre Catalunya y el Estado pasa por una mediación de Europa, y opina que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, podría hacer este papel: «Es lo único que se ha expresado de una manera muy correcta».

Puigdemont también subraya que tiene el «derecho» y la «necesidad» de dejar la política cuándo la solución se haya normalizado. También apunta que ve como una especie de «fracaso personal» que se haya tenido que marchar «al exilio» porque su situación actual no es la que preveía. Sea como sea, asevera que si nunca llega a entrar en la prisión irá «hasta la justicia internacional». «Esta historia no se acabará poniendo a los líderes en la prisión o forzándolos en el exilio, añade». Puigdemont también asegura que es consciente de que puede pasarse «mucho tiempo en el exilio», pero reitera que este hecho no impedirá que siga trabajando para normalizar la situación a través del «diálogo».

El papel de Europa

El expresidente de la Generalitat dedica buena parte del libro a hablar de Europa, critica la no reacción ante la «violencia» y la «represión» del Estado contra Catalunya, aunque mantiene confianza para que la comunidad internacional -sobre todo la ciudadanía- no vuelva la espalda al conflicto: «Europa no se puede reconocer a ella misma sin reconocer esta realidad», escribe en relación al proceso soberanista. En este sentido, también sitúa al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, como un actor clave: «No puede seguir diciendo que no pasa nada, porque todo el mundo está viendo que sí que pasa», subraya Puigdemont, que concluye que forma parte de las «responsabilidades» de Juncker informarse de «primera mano» de lo que pasa en Catalunya.

Sobre Europa, el jefe de filas de JxCat también asegura que el «silencio oficial» de la Unión Europea después del referéndum del 1-O y la declaración de independencia del 27-O «no tiene por qué ser una mala noticia», ya que la considera «prudente» y afirma que lo entiende. Todavía dentro del marco de las propuestas futuras para resolver el conflicto, Puigdemont asegura que estaría «dispuesto a hablar» de un referéndum sobre la autodeterminación en Catalunya que se celebrara a todo el Estado: «No es el procedimiento habitual pero podríamos hablar», argumenta.

Puigdemont también repasa el último año político, desde los resultados del 1-O hasta su retorno a Waterloo, después por el paso por la prisión alemana. En este relato, sentencia que si le engancharon una baliza bajo el coche, un día también le pueden enganchar «un explosivo».

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