La portavoz del Gobierno español mantiene que «muchas» de las imágenes del 1-O del 2017 eran «falsas»
Celaá dice que el 1-O no hay «nada que celebrar» y advierte a Torra que lo que pasó el sábado no puede volver a pasar
La portavoz del gobierno español, Isabel Celaá, ha asegurado este lunes en una entrevista en la Cadena Ser que el 1-O es «un día de triste memoria» donde no hay «nada que celebrar» y donde se vieron «imágenes penosas» que dañaron «gravemente» la imagen del Estado en el exterior, aunque, según ha afirmado, «muchas de ellas eran falsas». Según la ministra, las fuerzas de seguridad «trabajaron proporcionalmente con la excepción de algunos casos muy aislados que» están siendo «investigados».
Celaá también ha advertido al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que por descontado lo que pasó el sábado no puede volver a pasar, en referencia a los incidentes fruto de la manifestación del sindicato policial Justapol en Barcelona para conmemorar las cargas policiales. «El gobierno de la Generalitat tiene la obligación de mantener el orden público en la calle y que todo el mundo se pueda manifestar con libertad, tan los independentistas como los que no, porque eso es lo que corresponde a una sociedad libre, democrática y culta como la de Catalunya». «Eso lo tiene que garantizar el gobierno y lo que estamos pidiendo a Torra, que desarme la retórica, retire la emoción y se atienda a los hechos».
Para Celaá, el 1-O del 2017 el gobierno de Mariano Rajoy no «acertó» ninguna de sus previsiones ni tampoco el tratamiento a dar para impedir el referéndum con la intervención policial, pero tampoco fue un día positivo para el independentismo que «chocó, cómo no podía ser de otra manera, con el principio de realidad», y «toda la farsa en que estaba fundamentándose el independentismo afirmando que después del 1-O habría una proclamación de una República fue falso». «Como se vio unos días después de manera vergonzantes, todo el imaginario independentista cayó al suelo, como sectores inteligentes y razonables de la sociedad catalana lo entendieron», ha sentenciado.
Celaá ha afirmado que el 1-O fue un acto «ilegal» que de ninguna manera da un mandato del pueblo catalán, y la jornada puso de manifiesto «como nunca» la «fractura de la sociedad catalana». «Eso es lo peor que puede pasar, porque una sociedad fracturada no tiene proyecto político». También ha criticado las cargas policiales, que fueron «un error» cuando ya no había «forma de parar las votaciones». Con todo, ha afirmado que de eso «no son responsables las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado» que «trabajaron proporcionalmente con la excepción de algunos casos muy aislados que» están siendo «investigados».
Según la ministra, el referéndum «seguramente no se hubiera celebrado» con el actual gobierno del PSOE porque antes «se hubiera hecho política» para evitarlo. Su gobierno, ha dicho, ha abierto «un pasillo político» que hace que hoy estemos «mejor de lo que hace un año». «Estamos llegando a acuerdos a los grupos de trabajo con representantes de la Generalitat», ha dicho. «Por una parte estamos yendo a la praxis, y por otro lado encontramos retóricas a veces encendidas y extraordinariamente románticas del presidente de la Generalitat»