Diari Més

La Audiencia Nacional procesa a los yihadistas del 17-A por integración en organización terrorista y fabricación de explosivos

El juez Fernando Andreu solicita que uno tercero encarcelado vaya a juicio por colaboración con organización terrorista para ayudarlos a transportar los explosivos

Imagen de Driss Oukabir difundida por la policía.

La defensa de Driss Oukabir pedirá libertad provisional y le recomendará no declararACN

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El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha procesado los tres miembros de la célula terrorista que atentó en Barcelona y Cambrils el 17 de agosto de 2017. Se trata de Mohamed Houli Chemlal (herido en la explosión de la casa de Alcanar) y Driss Oukabir (detenido en Ripoll). La Audiencia Nacional propone juzgarlos por los delitos de integración a organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de explosivos y un delito de estragos en grado de tentativa. El otro procesado es Said Ben Iazza, detenido en Vinaròs después de los atentados para facilitar material para hacer los explosivos y ayudar en su transporte. El magistrado pide juzgarlo por colaboración con organización terrorista. Son los únicos que están en prisión preventiva ya que el resto de integrantes de la célula murieron en la exposición de Alcanar o abatidos por los Mossos.

El juez ha procesado a los tres detenidos por los atentados terroristas del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils -que provocaron 16 muertos y 140 heridos- y da un paso más para acercarse al juicio. Fernando Andreu diferencia entre la responsabilidad de dos de los detenidos que tuvieron una relación directa con los hechos y la preparación de los atentados (Mohamed Houli Chemlal y Driss Oukabir) y un tercer detenido en Vinaròs, que habría dejado su furgoneta a los terroristas para transportar los explosivos y que también habría estado en la casa de Alcanar.

El juez instructor considera que formaban parte «de un grupo radicalizado el objetivo del cual era llevar a término atentados contra los que consideraban sus enemigos, es decir, el mundo occidental».

En el primer caso, solicita que vayan a juicio Mohamed Houli Chemlal y Driss Oukabir por los delitos de integración a organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de explosivos y un delito de estragos en grado de tentativa. En el caso del tercer detenido, el procesamiento se limita a un delito de colaboración con organización terrorista.

Los objetivos de los terroristas

El juez considera que el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, ejerció como líder «espiritual» de los jóvenes que vivían en la localidad ripollesa y que se habrían convertido en un grupo terrorista a partir del 2015 para seguir las directrices del DAESH. «El imán los adoctrinó en el yihadismo radical», recoge el auto de procesamiento.

El escrito recoge los pasos que dieron de 2015 y 2017 y determina que tres meses antes de los atentados se consolidaron en un «grupo cerrado» y empezaron a adquirir materiales para hacer explosivos en la casa de Alcanar.

También detalla cuáles habían sido los objetivos de los terroristas, entre los cuales la Sagrada Familia, y también recuerda que se ha recuperado una tarjeta de fotos en la casa de Alcanar con imágenes de los jóvenes fabricando los explosivos y también con imágenes de lugares susceptibles de atentar, como la Torre Eiffel, Camp Nou, Estadio Santiago Bernabeu o el Museo Thyssen de Madrid.

El auto también recoge las búsquedas más comunes que hicieron en Internet y que supondrían, según el juez, de otros objetivos que tenían en estudio. Entre ellos, destaca la Audiencia Nacional de Madrid, la 'tomatina' de Buñol o el Alhambra de Granada.

Andreu también hace constar la gran cantidad de explosivos que tenían preparados en la casa de Alcanar, que oscilaría entre 200 y 500 kg, aparte de 108 bombonas de butano y 19 artefactos de mano tipo granada y una faja bomba. Apunta que las bombonas querían «ampliar los efectos de los artefactos». Informes de los expertos en explosivos apuntan que, en caso de haberse usado, «hubieran provocado daños de enormes dimensiones».

Pruebas determinantes

El juez de la Audiencia Nacional detalla que los tres móviles de los procesados han sido «determinantes» para incriminarlos y relacionarlos con el resto de los terroristas que murieron. En el caso de Said Ben Iazz, el móvil lo sitúa en la casa de Alcanar desde donde fabricaban explosivos por un tiempo suficiente como para que el juez considere que «no era ajeno a la actividad».

También recuerda que la furgoneta que protagonizó el atropello masivo de la Rambla estaba alquilada por Oukabir y recuerda que hubo 14 muertos y 128 heridos, aparte de las demás personas que sufrieron «otras alteraciones de la salud» por presenciar los atentados.

En el caso de Houli Chemlal, su implicación queda claramente acreditada por el hecho de ser el único superviviente de la explosión de la casa de Alcanar, donde también murió el imán y otro integrante de la célula.

Penas que pueden afrontar

El delito de integración en organización terrorista prevé una pena de entre 6 y 14 años de prisión. El de fabricación y tenencia de explosivos entre 8 y 15 años y el de estragos, en grado de tentativa, de 10 a 15 años. El delito de colaboración con organización terrorista está sancionado con penas que oscilan de los 5 a los 10 años de prisión.

Los delitos por|para los cuales se sentarán en el banquillo de los acusados y las penas solicitadas, sin embargo, los tendrá que fijar la Fiscalía próximamente en un escrito de acusación. Hará falta antes de que el juez instructor dicte auto de conclusión de la sala y envíe la causa a la sala.

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