El terrorista herido en Alcanar dice que colaboró con la célula porque lo amenazaban a él y a su familia
La Audiencia Nacional comunica el procesamiento por videoconferencia a los tres terroristas encarcelados
El terrorista herido en la explosión de la casa de Alcanar, Mohamed Houli Chemlal, ha declarado en la Audiencia Nacional que no sabía nada de los planes de la célula terrorista de Ripoll ni de los atentados de Barcelona y Cambrils por lo cual colaboró «por miedo» porque lo amenazaban a él y a su familia. El terrorista ha leído una carta que él mismo ha escrito pero cuando el abogado de la acusación popular le ha preguntado quién lo amenazaba se ha negado a responder. Los tres terroristas encarcelados por los atentados han comparecido por videoconferencia ante el juez Fernando Andreu, que les ha comunicado formalmente que los ha procesado. La Audiencia propone juzgar a Houli Chemlal i Driss Oukabir por integración a organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de explosivos y un delito de estragos en grado de tentativa. El tercer encarcelado, Said Ben Iazza –que no ha declarado- está procesado por colaboración con organización terrorista.
Esta mañana la Audiencia Nacional ha comunicado formalmente a los tres encarcelados por los atentados de Barcelona y Cambrils que los ha procesado. Es lo que se conoce como declaración indagatoria, donde se da la opción a los procesados a decir que aceptan o no los hechos por los que se les quiere llevar a juicio.
Los tres han comparecido a través de videoconferencia y a la vista ha asistido –aparte de la fiscalía- abogados personados a la causa, entre ellos los de la Asociación 11-M y los del sindicato USPAC que representan los agentes de Mossos heridos en los atentados. El primero en declarar ha sido Driss Oukabir, detenido a Ripoll y a nombre de quien estaba alquilada la furgoneta de las Ramblas. Él había declarado anteriormente que pensaba que la furgoneta era para hacer una mudanza y este jueves se ha ratificado en lo que ya había declarado anteriormente.
Sólo ha respondido las preguntas de su abogado y, según fuentes presentes en la declaración, ha aprovechado para mostrar su rechazo a los atentados y ha afirmado que cree que está entre rejas por la relación con su hermano, Moussa Oukabir, uno de los terroristas abatido en Cambrils por los Mossos D'Esquadra.
Oukabir ha admitido que en aquella época era drogodependiente y no tenía nada que ver con la preparación de los atentados. También ha explicado que se entregó voluntariamente a la policía para colaborar y que unos agentes lo apuntaron con un fusil recortado, lo agredieron y lo introdujeron en un calabozo. También ha dicho que no es creyente ni practica el Islam.
El juez Andreu la ha processaat por integración en organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de explosivos y un delito de estragos en grado de tentativa.
El segundo en comparecer ha sido Said Ben Iazza, detenido días después de los atentados en Vinaròs. El juez lo quiere enviar a juicio por colaboración con organización terrorista por facilitar material para hacer los explosivos y ayudar en su transporte. Se ha acogido a su derecho a no declarar y ni se ha pronunciado para decir si acepta o no los hechos por los que se lo procesa. El magistrado Fernando Andreu propone juzgarlo por los mismos delitos que Oukabir.
Houli Chemlal alega que lo amenazaban
El tercero en comparecer por videoconferencia ante el juez Andreu ha sido Mohamed Houli Chemlal, único superviviente de la explosión de la casa de Alcanar desde donde la célula preparaba los atentados. En esta explosión murió también el supuesto cerebro, el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty.
Houli Chemlal también se ha ratificado en su declaración anterior pero ha añadido algunas consideraciones. Lo ha hecho leyendo un texto que ha reconocido que él mismo había escrito donde defendía que desde el primer momento había colaborado con la justicia aportando datos y se ha desvinculado totalmente de la organización.
En la carta, relata que no tenía conocimiento de los planes de grupo ni que querían atentar en Barcelona y que se vio obligado «por miedo», ya que lo habían amenazado a él mismo y a su familia. En ningún momento, sin embargo, ha dicho quién ni como lo habían amenazado. Por eso, el letrado de la Asociación 11-M, Antonio Segura, le ha pedido que diera más detalles sobre las amenazas pero Houli Chemlala se ha negado.
Después de este nuevo paso, el caso queda más cerca de juicio. Falta que el juez Fernando Andreu dé por acabada la investigación y envíe la causa a la sala para que abra juicio oral contra los terroristas que sobrevivieron.