Puigdemont e Iglesias coinciden por teléfono en la necesidad «de abrir espacios de diálogo sin excluir ningún tema»
En la conversación, han llegado a la conclusión que estas vías de negociación «son la condición para hacer posible cualquier tipo de acuerdo en el futuro»
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el presidente de Podemos, Pablo Iglesias, han hablado este domingo por teléfono y han coincidido en la «necesidad de abrir espacios de diálogo político sin excluir ningún tema». Durante la conversación los dos dirigentes han llegado a la conclusión que estas vías de negociación «son la condición para hacer posible cualquier tipo de acuerdo en el futuro». Este contacto, que ha durado 45 minutos, llega después de la reunión que este viernes Pablo Iglesias tuvo en la prisión de Lledoners con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, para tratar de llevar a los republicanos a un ‘sí’ a los presupuestos generales del Estado para el 2019. El líder de la formación morada aprovechó la visita al centro para encontrarse con representantes del espacio político de Puigdemont: Jordi Turull, Josep Rull, Quim Forn y Jordi Sànchez.
En menos de una hora, Puigdemont e Iglesias han hablado de la situación política en Cataluña y en el Estado español, del escenario político creado después de la moción de censura, de las nuevas correlaciones de fuerzas parlamentarias en el Congreso de los Diputados y de la situación de los políticos independentistas en la prisión y de los «exiliados».
Después de la reunión han hecho público que las conversaciones entre Puigdemont e Iglesias continuarán. El líder de JxCat lo ha invitado a mantener una reunión presencial en Waterloo, un gesto que Iglesias ha agradecido y ha asegurado que «lo considerará» a pesar de añadir que «de momento, lo más importante es mantener el contacto».
Además, el presidente de Podem ha trasladado a Puigdemont que, como líder de la segunda fuerza política en las últimas elecciones catalanas y primera fuerza política independentista de la coalición que gobierna en Cataluña, «es un interlocutor muy importante», independientemente de su situación procesal.