Borja de Riquer: Director de 'Història mundial de Catalunya' (Ed.62)
«Queremos llegar a un público que quizás no compraría un libro de historia convencional»
Borja de Riquer ha dirigido un equipo de un centenar de autores que han escrito 124 episodios de la historia de Cataluña y su relación con el mundo
—Este libro recoge 124 episodios significativos del pasado de Cataluña, desde hace 450.000 años hasta el 27 de octubre del 2017. ¿Cómo han hecho esta selección?
—Hemos intentado seleccionar episodios que tienen una cierta significación, tanto por el hecho de que son un reflejo de cuestiones generales, mundiales y universales, como aportaciones y singularidades catalanas que pueden claramente inscribirse dentro de una visión mucho más amplia, en el ámbito europeo, mediterráneo o, incluso, mundial. La elección ha sido difícil, evidentemente, y es discutible porque es subjetiva, la gente puede encontrar que faltan o sobran cosas, pero pienso que hay lo más significativo. Tal vez uno de los elementos sustanciales del libro es que cada episodio está redactado por quien consideramos el principal especialista en la materia. Eso hace que colaboren 98 historiadores de economía, de cultura, de música, arquitectos, periodistas, escritores... Es un libro polifónico.
—Muchos de estos autores hacen aportaciones muy nuevas surgidas de las últimas investigaciones.
—En efecto, hay muchos autores que son investigadores, y que los hemos escogido precisamente porque justo acaban de publicar o investigar hechos de notable novedad. Hay bastantes artículos de tesis, tanto de la época más antigua como de la contemporánea. Un ejemplo bien tarraconense sería el episodio de la matanza que encontramos en una cueva de Capçanes, en el Priorat. Es la primera escena conocida en Europa de un hombre matando a un hombre: son unos grabados de hace 10.000 años en que unos arqueros están masacrando a un grupo humano. Este ha sido un descubrimiento de hace unos tres años y todavía no había aparecido en lo que podríamos llamar las grandes obras de historia de Cataluña. En este libro también están los últimos artículos de dos historiadores que ya no están, Josep Fontana y Eva Serra.
—¿Qué episodios relatan?
—El de Josep Fontana habla sobre como el pensamiento ilustrado de Capmany fue secuestrado por la historiografía ilustrada española, porque no les interesaba las ideas que divulgaba. El de Eva Serra trata de la efímera república catalana de 1641 bajo la protección de Francia y el ofrecimiento, en un acto de soberanía, del trono de Cataluña a Luis XIII de Francia, que habría sido Lluís I.
—En el libro encontramos momentos principales de la historia, pero no son los elementos ‘canónicos’ de la historia de Cataluña, sino que estos hechos son descritos a través de episodios concretos.
—Es una historia de Cataluña diferente. Por ejemplo, no hay una historia de la Guerra Civil, sino tres aspectos que nos parecen fundamentales. El año 36, se habla de los cónsules extranjeros que informan sobre lo que está pasando en Cataluña. El año 37, los bombardeos italianos sobre la población civil y, por lo tanto, la internacionalización de la guerra. Y el año 38, los avances en la medicina de guerra.
—En el libro vemos la manera en que Cataluña se proyecta al mundo.
—Cataluña es un cruce de caminos, ha sido un pasillo para diferentes pueblos y culturas que nos han influido. A la vez, ha sido un laboratorio donde se han cocinado cosas que se han acabado proyectando hacia fuera. Su ubicación la ha hecho un territorio muy permeable a la gente, las ideas, las técnicas y las influencias exteriores. Todo eso se ve muy claramente en estos 124 episodios.
—Este es un libro de historia, escrito por historiadores, con una clara voluntad de llegar al gran público.
—Sí. Por una parte, porque permite una consulta aleatoria. No hay que empezar por el primer capítulo, cada uno es autónomo, aunque cada etapa tiene una introducción escrita por un especialista. Tenemos que reconocer que los historiadores a menudo ofrecemos productos muy aburridos y que el gran público difícilmente puede seguir, pero yo creo que este formato, de episodios variados y autónomos, nos permitirán llegar a muchísima gente que tal vez no compraría un libro de historia convencional.