La fiscalía rebaja a tres años la petición de prisión para Serra y Todó por los sobresueldos de Catalunya Caixa
El ministerio público los acusa de dos delitos de administración desleal en las conclusiones definitivas del juicio contra la excúpula de la entidad en la Audiencia de Barcelona
La fiscalía ha rebajado a tres años la petición de prisión para el expresidente de Catalunya Caixa Narcís Serra y el exdirector general de la entidad Adolf Todó por dos delitos de administración desleal por las retribuciones presuntamente desproporcionadas a exdirectivos de la entidad. El ministerio fiscal ha modificado el escrito provisional de acusación y rebaja un año la petición de prisión para los dos exdirectivos, que en el escrito provisional era de cuatro años. La fiscalía también pide una multa de 67.500 euros para los dos, a quien describe como «autores dolosos, materiales y directos» de los hechos delictivos. El fiscal Fernando Maldonado ha presentado este viernes las conclusiones finales del macrojuicio en la Audiencia de Barcelona contra buena parte de la antigua cúpula de Catalunya Caixa.
El escrito de acusación de la fiscalía también acusa de dos delitos de administración desleal a 15 acusados, a quien considera «cooperadores necesarios», para los que pide dos años y medio de prisión. Al resto sólo los acusa de uno de los dos delitos con penas de entre un año y seis meses y nueve meses de prisión. Aparte, reclama que los acusados paguen al FROB 783.000 euros más intereses en concepto de responsabilidad civil, lo cual supone una disminución en relación a los 2,56 MEUR de las conclusiones provisionales.
La fiscalía mantiene los hechos del escrito de acusación provisional y considera claramente ilegales las subidas salariales acordadas por el consejo de administración de la entidad en enero y octubre de 2010. Sin embargo, el ministerio público ha rebajado el impacto económico de las subidas salariales de Todó y su exdirector general adjunto Jaume Masana. La fiscalía cifra el efecto económico del primer acuerdo en 415.000 euros en el caso de Todó y en 331.000 en el de Masana, y el de octubre en 24.000 y 13.000, respectivamente.
El fiscal ha descrito la situación de la entidad en el momento en que se aprobaron las subidas salariales de «crítica», «extremadamente peligrosa» y que «no era viable sin la ayuda del FROB», que hizo dos inyecciones por valor de casi 3.000 millones de euros. «No era una caja que pudiera caminar por sí misma» aunque no fuera «insolvente», según ha dicho el ministerio público durante su intervención. Maldonado ha reiterado que en una «situación de crisis generalizada» la subida de los sueldos supuso una «grave lesión a los intereses de la entidad».
Según el fiscal, Catalunya Caixa era «un gigante con pies de barro» y sus administradores «no fueron ni arreglados empresarios ni representantes leales». El ministerio público ha argumentado las penas más elevadas de Serra y Todó en considerarlos «los principales responsables», que «se pusieron de acuerdo» para subir los salarios de los exdirectivos utilizando los órganos de la entidad como «meros instrumentos» para conseguir una finalidad previamente acordada. «Arreglaban la entidad a su gusto», ha dicho Maldonado.