Felipe VI reivindica que la monarquía está «indisolublemente unida a la democracia y la libertad»

El rey Felipe VI ha reivindicado en motivo del 40º aniversario de la Constitución la monarquía, que ha avisado de que está «indisolublemente unida a la democracia y la libertad». En un discurso en el Congreso de los Diputados, el monarca ha dicho que España ha vivido «hechos muy graves» en los últimos años pero es una «democracia firme y plenamente consolidada» donde el texto constitucional «ha prevalecido». Según Felipe VI, los valores constitucionales tienen ahora «plena vigencia». El monarca ha dicho que «resolver las diferencias con diálogo, respetar las leyes y los derechos de los otros, ejercer estos derechos, acudir a los tribunales para defenderlos y respetar sus decisiones son principios arraigados definitivamente en el comportamiento de los ciudadanos».

En su discurso, el monarca no ha hecho ninguna referencia explícita a la situación de Cataluña, pero ha dicho que «por supuesto» hay «problemas políticos, económicos y sociales muy relevantes» en el Estado español.

En este sentido, ha hecho una referencia genérica a «equivocaciones, errores o insuficiencias» pero ha defendido la Constitución como el «mayor éxito político de España» y ha dicho que hay que «reivindicar» sus valores porque son «la base del consenso político y social que resuelve las diferencias históricas entre españoles».

Felip VI ha dicho que la Constitución del 78 fue la «primera que no divide los españoles, sino que los une» y los convoca por un «proyecto común y compartido». Por el monarca, la Carta Magna es un «mandato permanente de voluntad de entente a través de la palabra, la razón y el derecho».

El Rey ha definido la Constitución como «el alma viva» de la democracia española, que ha querido remarcar que «no tiene marcha atrás».

Felip VI ha admitido que el España de hoy «es muy diferente a la del 6 de diciembre del 1978» y que hay un «deber a pensar en el futuro» y una España «moderna y renovada, abierta a los cambios» que quieren las nuevas generaciones. Con todo, ha indicado que la evolución se tiene que hacer en base a «el inmenso patrimonio de libertades, derechos y bienestar» logrado desde el 78 y adaptándose a la «realidad de cada momento» con «espíritu crítico pero también constructivo».