Condenado a 5 años de cárcel por drogar y violar a una trabajadora sexual

La Audiencia provincial de Madrid ha condenado a cinco años de prisión a un hombre que, después de contratar los servicios sexuales de una mujer, la drogó en su domicilio del barrio madrileño de Usera echándole una sustancia hipnótica en una lata de cerveza para después violarla.

En la sentencia, la Sección Sexta condena a Abel V.R. como autor de un delito de abuso sexual y otro de hurto y le impone, al margen de la pena privativa de libertad, cinco años de libertad vigilada y una indemnización a la mujer de 3.450 euros.

Los magistrados recuerdan que la resolución se puede recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

Los hechos ocurrieron la noche del 17 de enero de 2017 cuando Abel contrató los servicios profesionales de carácter sexual que la mujer ofrecía en una página web. Pactaron 300 euros como pago que el condenado le entregó al llegar al domicilio de ella.

Una vez allí, los dos estuvieron tomando las cervezas que había llevado Abel. En un descuido de la mujer, el condenado le echó en la bebida Zolpidem, una sustancia con propiedades hipnóticas y sedantes, e insistió en que bebiera.

A continuación, fueron al dormitorio, donde la víctima comenzó a sentirse mareada hasta perder la consciencia y se quedó dormida. Fue entonces cuando el hombre se aprovechó de la circunstancia y la violó.

También se apoderó de los 300 euros que le había entregado y de dos teléfonos móviles, tras lo cual se marchó del piso.

En el juicio, el condenado negó haberla drogado y aseguró que mantuvieron relaciones sexuales sin preocuparse del uso de preservativos. Añadió que posteriormente se quedaron dormidos hasta que él se despertó de madrugada para ir al baño y, al ver los 300 euros que había pagado, los cogió y se fue de la casa.

Los magistrados, no obstante, otorgan toda la «credibilidad» al testimonio de la víctima, que «constituye prueba de cargo suficiente», y destacan que los peritos confirmaron que el ADN de los fluidos vaginales corresponden al acusado, igual que las huellas en las latas de cerveza, y que se encontró restos del fármaco hipnótico en la sangre, la orina y en la lata.