Sólo los nacionalistas vascos y catalanes se muestran críticos con el mensaje navideño del rey
Quim Torra replica el monarca que en Cataluña no hay un problema de convivencia, sino un problema «de democracia y justicia»
La mayoría de los partidos ha aplaudido el llamamiento a la convivencia que en su discurso de Navidad hizo este lunes el rey, aunque los nacionalistas catalanes han insistido en que este problema no existe en Cataluña, mientras que Podemos ha agradecido el cambio de discurso pero no lo considera creíble.
Felipe VI instó ayer a garantizar una convivencia basada en el con respecto a la Constitución, que cuide los «profundos vínculos» entre españoles, y a impedir que renazcan «el rencor y el resentimiento», actitudes que forman parte de la «peor historia» de España.
Sin mencionar expresamente en Cataluña, el rey se dirigió sobre todo a las generaciones más jóvenes y se centró en la necesidad de asegurar «una convivencia en la cual la superación de los grandes problemas y las injusticias nunca puede nacer de la división, ni muy menos del enfrentamiento, sino del acuerdo y la unión ante los desafíos y dificultades».
Ayer hubo ya reacciones al discurso, pero la mayoría de los partidos ha querido este martes opinar sobre las palabras del monarca, que no han caído igual entre las fuerzas políticas, sobre todo de las nacionalistas.
Ha sido el presidente de la Generalitat, Quim Torra, quien con sus manifestaciones ha resumido a las críticas al discurso al advertir al rey que «en Cataluña no hay un problema de convivencia», sino «un problema de democracia y de justicia».
Mientras tanto, desde el partido en el Gobierno, el PSOE, su presidenta, Cristina Narbona, ha animado al resto de las formaciones políticas al hecho de que sean capaces de llevar a cabo lo que pidió el rey, «trabajar por un mayor consenso», desde el diálogo y dentro de la Constitución.
También desde las filas socialistas, en este caso desde el PSC, su secretario de organización, Salvador Illa, ha considerado «muy acertados y muy necesarios» en este momento la «apelación a la convivencia, la concordia y el diálogo» que hizo el rey, y ha censurado a los independentistas de no verlo así porque «están en otro mundo».
El rey «mira al futuro y no al pasado» hablando de empleo para los jóvenes y de retos tecnológicos y apelando a garantizar la convivencia dentro de la Constitución, ha dicho el secretario general del Partit Popular, Teodoro García Egeo, quién ha resumido así lo que más le ha gustado del mensaje: «el gran objetivo de la sociedad española que todos queremos, que es vivir en concordia».
Para el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, el rey estuvo ayer «a la altura» y pronunció «un discurso cargado de contenido que invita todos a la reflexión», porque si insistió en la convivencia, fue porque «evidentemente está en peligro».
A Podemos no le ha gustado del todo el mensaje. Su secretario de Organización y Acción de Gobierno, Pablo Echenique, cree que el rey se sirvió de su «buen olfato político» y, «a diferencia del error que cometió el año pasado», se dirigió a los jóvenes y a las mujeres y se alejó de las tesis de los partidos de la derecha, pero no resultó «creíble».
Torra ha insistido, después de la tradicional ofrenda floral en la tumba de Francesc Macià en el Cementerio de Montjuïc, en el 85 aniversario de la muerte del primer presidente de la Generalitat republicana, en que no hay un problema de convivencia en Cataluña y ha resaltado que la gran mayoría de los catalanes son «republicanos» y «la institución monárquica ya no la consideran propia».
«El rey personifica la incapacidad crónica» del Estado para «ofrecer una respuesta política al conflicto en Cataluña», ha aseverado, también en este mismo acto, el presidente del Parlament, Roger Torrent.
Un acto que también ha aprovechado el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, para opinar que el discurso de Felipe VI estaba «vacío de contenido», porque el Estado no está actuando «en consecuencia», y censurar que careciera de «respuestas a las demandas de Cataluña».
Felipe VI se ha alineado «con la injusticia y la indignidad» y defiende «un patriotismo vacío», ha manifestado el exconseller de Asuntos exteriores y alcaldable de ERC para las municipales de Barcelona, Ernest Maragall.
El portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, ha acudido asimismo al acto y ha confesado sentir «vergüenza ajena» por el discurso del rey, que en su opinión sigue siendo «incapaz de rectificar» su posición con respecto a Cataluña y sus «lazos» con la política del «a por ellos» contra el independentismo.
Desde el País Vasco, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, por su parte, ha querido recordar al rey que «buena parte» de la sociedad y de los partidos «no se identifican con la Constitución», por lo cual ha pedido que se reconozca en el pueblo vasco «como la nación que es».
La diputada de Eh Bildu, Marian Beitialarrangoitia, ha sido tajante: «Sin derecho a decidir no hay democracia».