Judicial
La Audiencia Nacional deja en libertad sin fianza al expresidente del Barça Sandro Rosell
El tribunal también libera a su socio Joan Besolí
La Audiencia Nacional ha dejado en libertad con medidas cautelares pero sin fianza al expresidente del Barça Sandro Rosell. El tribunal ha acordado la libertad después de que su letrado, Pau Molins, solicitara el lunes pasado la «libertad inmediata» en la primera sesión del juicio contra él. El expresidente del Barça estaba privado de libertad desde mayo de 2017 y la fiscalía solicita para él 11 años de prisión por los delitos de blanqueo de capitales y organización criminal. El tribunal, presidido por Consuelo Espejel, también ha dejado en libertad provisional a su socio, el abogado Joan Besolí. Eso quiere decir que podrán completar lo que queda de juicio en libertad. Hoy, sin embargo, tendrán que volver a la prisión para firmar y entonces ya quedarán libres.
Fue la jueza instructora Carmen Lamela (ahora en el Supremo) quien envió a la prisión Rosell después de detenerlo en mayo de 2017. Desde entonces, la Audiencia Nacional había rechazado hasta diez veces su puesta en libertad, un hecho que ahora ha corregido al tribunal que lo juzga. Los argumentos habían sido el riesgo de huida y el riesgo de destrucción de pruebas.
El lunes pasado, la defensa de Rosell y Besolí pidió la puesta en libertad «inmediata» de los dos. En el caso de Rosell, el letrado Pau Molins pidió en la fase de cuestiones previas que pudiera quedar en libertad «inmediata» y proponía aportar como fianza todo su patrimonio -más de 30 MEUR- que está embargado desde el momento de su detención. Argumentaba que el hecho de mantenerlo en prisión preventiva podía hacer que el tribunal se viera obligado a «inclinarse por la condena». El letrado entendía que si Rosell y Besolí vienen al juicio en libertad sería «la mejor garantía» que no «pesaran otros factores más allá que las pruebas que se practiquen en el juicio».
Libertad en medio del juicio
El tribunal ha decidido dejar en libertad provisional después de revisar la situación personal de los dos y la documentación aportada. Decide hacerlo y no fija ninguna fianza para Rosell y, como medida cautelar, le ha retirado el pasaporte y lo obliga a comparecer ante el tribunal todos los días que dure el juicio (o cuando se lo requiera) y también tendrá que ir a firmar cada quince días. Son las mismas medidas cautelares decretadas para Besolí.
Los magistrados toman la decisión en pleno juicio, ya que todavía faltan celebrar sesiones señaladas y sólo se ha hecho el interrogatorio a los acusados. En el auto, argumentan que ya se ha asegurado que presten declaración y también expone que la prisión preventiva es una medida «de carácter excepcional» y que se está a punto de cumplir los 2 años máximos que prevé la ley (se cumplirían en mayo de 2019)
Una red que blanquea 20 MEUR
La magistrada encargada de la investigación, Carmen Lamela (ahora en el Supremo), acusa a Rosell y al resto de implicados de haber blanqueado 20 MEUR de la CBF desviados por su expresidente, Ricardo Teixeira, investigado en los Estados Unidos. De estos, 15 MEUR serían de las comisiones obtenidas por Teixeira de los derechos de retransmisión de 24 partidos amistosos de la selección brasileña de fútbol y otros 5 MEUR de un contrato patrocinado con la marca Nike. Concretamente, con respecto a Rosell, se habría apropiado al menos de 6,5 MEUR de la operación de los amistosos y el 2011 habría reintroducido el dinero en el Estado a través de una venta simulada de una sociedad suya. La fiscalía solicita 11 años de prisión y una multa de 59 MEUR.